miércoles, mayo 28, 2008

Invitación

Hay que disfrutar de los días felices, del olor a óleo, de la promesa de México, de la amenaza de lluvia y de la risa evocada por un conjuro para un cerdo. lf.

sábado, mayo 24, 2008

*

Vamos terminando los pendientes, vamos regalando libros y muebles. Poco a poco nos despojamos de pequeñas cosas. Luego la vida nos golpea directamente en el rostro, desde el piso miramos con ojos llorosos su boca gritando amenazas, dice que no importa lo que hayamos hecho antes, que los esfuerzos y los desvelos, que los planes y los sueños, no valen nada para nuestro futuro, que ella y sólo ella moviendo los hilos de todo aquello que no podemos controlar, es dueña de nuestro destino. Y nosotros nos abrazamos como niños, queriendo rezar sin recordar el nombre de dios, queriendo hallar una esperanza o una certeza y encontrando sólo nuestros cuerpos... qué forma ha tenido la vida de reírse de nosotros en estos días. Conscientes de la futilidad de nuestros actos nos resignamos sólo a seguir siendo fieles a nuestros deseos: nos levantamos, nos limpiamos los ojos llorosos, echamos un par de madres pa' desahogarnos y seguimos. ¿Qué vamos a hacer si no? Escribo esto mientras Enrique Saucedo pinta el rostro de Eva a mis espaldas... y es que siempre hay en el mundo algo de poesía. lf.

domingo, mayo 18, 2008

Y no nosotros

Uno de los motivos por los que me gustan los blogs es porque parecen suspender la existencia de su autor en el último post escrito. Así, vamos siguiendo las narraciones de los familiares que están lejos, de nuestros enemigos y amigos, de los desconocidos en cuyo blog hemos ido a caer por azares del destino y a cuya escritura nos hemos enganchado. Leemos la última entrada y, con ella, aquel que la escribe queda inmerso en la memoria en un estado de ánimo, en una acción precisa, en un andar de vida que queda como fijo en una imagen mental. Y así hasta que vuelven a actualizar. No me queda la misma impresión con el diario, con el mío porque no leo el de nadie más -excepto el de S. que se está convirtiendo en diario bisiesto- que, quizá demasiado consciente de su no-lectura se construye de páginas más privadas, menos claras, expresando quizá más estados mentales y menos narración que el blog.

Sirva esta reflexión inicial para decir que hoy me apetece dejar mi figura suspendida en la sensación de la noche de ayer: empezamos por hundir los dedos en la masa de pizza, comimos, bebimos, charlamos como si no hubiera tiempo, y justo cuando ya nos despedíamos, cambiamos el plan y salimos. Caminamos por las calles a la media noche como si fuera el medio día, luego nos metimos en un bar a beber cerveza oscura, a llenarnos los pulmones con el humo de los cigarros ajenos, a gritar como gritan los españoles y a conocer a los amigos de nuestros amigos con el afecto propio de quien se lanza a la noche olvidándose de sí mismo. Y así pasó la noche y no nosotros. lf.

jueves, mayo 15, 2008

Y ahora el sueño.

Sueño por dos. Ahora estamos siempre los dos y mis ojos son sus ojos, y sus manos son mis manos, y no nos hablamos, sólo volteamos a mirarnos. Las noches se nos van llenando de antiguos, duraderos afectos: Carlo atizando el fuego en una olla de barro, Lenin comentando películas, Pau sonriendo en un sillón, y los espacios son claroscuros, y estamos cómodos y tranquilos los unos con los otros, quizá porque sabemos que tras los gestos y los silencios hay una vida privada que no es necesario explicar. Infancias y techos compartidos... y ahora el sueño. lf.

miércoles, mayo 14, 2008

*

Tesis tiene ya fecha provisional de examen. Falta sólo que los miembros del tribunal confirmen su asistencia. Me mira desde el estante, sonríe sacando los colmillos, me repito que es mi monstruo y que no debo temerle, si ella me hinca los dientes no moriré...

Hoy, mientras caminaba bajo un cielo cerrado y revuelto comprendí que era necesario desprenderme de mi vida material española: de la casa y los sartenes, de la ropa, de los libros que no me puedo llevar, de las violetas... y que no debo temer. No quiero vivir nerviosa ni atemorizada los días que aquí me quedan. Una maleta de cómics, otra de pinturas y la gabardina. Volví a Pizarnik, al texto de los muñecos, aquel en el que le pide al lector que vea su ejecución, en el que su anciana maestra de carne y hueso se convierte, como una víctima bajo su verbo, en un muñeco. "Refuse". I refuse to be my very own doll. Invoquemos a la felicidad, aquella tranquila del despertar juntos, del aroma del café, de estar enteros con una sonrisa de todo el rostro, inventemos nuevos poemas... desnudémonos del tiempo y de la circunstancia, reinventemos alegres la vuelta, hay que grafitear versos en las paredes.¡Ah si fuera un fearless beatnik! ¿Lograría entonces una sonrisa tuya profunda como cuando oyes un buen concierto de jazz? En cambio soy solo yo, con pequeños bailes festivos en medio de la tarde y juegos en la piscina y conjuros de felicidad... lf

lunes, mayo 12, 2008

Pesadillas lingüísticas


Una de las cosas a las que uno se acostumbra después de llevar un tiempo en España, es a que la gente no entienda algunas de nuestras palabras... pero de eso a que te digan que no existen... ¿Cómo que no existen si en México las usamos todo el tiempo? Ni hablar; así, en el DRAE no figuran "monitorear", ni "capturar" con el sentido de meter datos en un archivo, ni apochcagüar... de los CDs ni hablamos. Como sigan así, un día nos van a mandar una carta diciendo que nosotros tampoco existimos... ¡En fin! Que va a ser rico volver a México y oír el delicioso español cantado, con todo y palabras que no existen. lf.

viernes, mayo 09, 2008

Dos meses


Tesis tiene ya tribunal aprobado; las clases, y los niveles del portugués, han llegado a su fin; Roco, nuestro amado can adoptado, ha vuelto con su madre y nos ha dejado llorosos en una acera con lluvia. Ahora que los antiguos proyectos y sorpresas se acercan a su fin y que el terror de los ciclos cerrados se abre como un abismo cada noche, procuro ponerle voz a las palabras escritas de mi padre "Don't be afraid, you're coming home" porque si no llevan su voz podrían ser una profesía de horror. Y no me refiero al país, ni a la incertidumbre laboral, ni a la mudanza, sino a los antiguos demonios personales. Mi antídoto es recordar que se acerca una temporada de reinvención, y que, también como me dijo mi padre la primera vez que regresé a casa después de una larga temporada fuera "You never come back to the same home". Así que supongo, espero, que mis demonios me reciban en México crecidos y transformados... dentro de dos meses, exactamente. lf.

P.D. Something disturbing.

lunes, mayo 05, 2008

Incertidumbre


El tiempo extendido, lánguido, tumbado sobre el piso "Me voy a arrastrar hasta el balcón y voy a tirarme tierra abajo, sobre la calle, sobre la gente que anda, que espera el autobús, sobre los niños que juegan mientras comen un helado". Y yo le abro la puerta del balcón para que se tire y me deje en paz. Ríe, se enrosca como una serpiente y se esconde en una esquina oscura de la casa. Trabajo. Me olvido de él hasta que me levanto por café y justo antes de entrar a la cocina se abalanza sobre mis talones. Puto tiempo. Si la caída no fuese metafórica me habría roto la nariz o la boca. "Será melón, será sandía, será la vieja del otro día" canta y se arremolina en mis cabellos extendidos sobre el piso. Es el mal de no saber estar quieto, de ansiar seguridad, de querer controlarlo todo, de no parar. ¡Qué falta hace volver al mar! Dejarse envolver, sentirse pequeñito y resignarse a la breve, diminuta existencia. El mundo es grande, y no es un sitio seguro ni amigable, será por eso que hay en él sitio para la incertidumbre... lf

jueves, mayo 01, 2008

Querer


Ahora que Tesis está enfundada en un traje color miel con botones dorados, ahora que se pule las alas contra el viento del balcón y espera fecha para volar hacia otros horizontes, vuelve la pregunta de siempre; aquella, la que vivió ahogada durante mucho bajo las voces de lo enseñado, de lo amado y de mis propios engaños. Sumergida en el sueño, llega él, se acurruca, me abraza, dormimos, lo quiero a él. Despierto, me visto y saco al Roco a pasear al parque donde los vagos, los de todos los días, me miran de reojo mientras una brisa todavía fresca, me hiela la cara llena de sueño. Quiero volver al aire, al sol, al acento de México y a mi sangre. En casa nos preparamos el café, lo bebemos lentamente mientras los sueños y los planes se mezclan en el plano de las palabras; quiero que él sonría, sonreír con él, quiero que la felicidad se asome en los actos de cada día, no como la explosión vendida de euforia, sino sencilla y vaporosa como la luz, como una melodía que se extiende sobre la mesa. He de cerrar los círculos abiertos de este lado del mar, tiraré la ropa, regalaré los libros y esperaré. A veces no es uno sino los días apiñados uno sobre otro los que abren la boca para decirnos qué es lo que quieren. lf.