jueves, mayo 07, 2009

060509


Hace calor. Esperamos hasta la media noche para apagar las luces y dejarnos caer sobre el colchón. Vuelta y vuelta los pliegues de las sábanas zurcan nuestros cuerpos desnudos. Los ecos del día se estrellan contra mi frente. Un zumbido nos empuja a levantarnos. Leemos. Comemos. Bebemos. Vuelvo sola al intento del sueño. Hace calor. Odio el zurco diminuto entre mi cuerpo y su ausencia. Me muerdo los labios. No sé si estoy dormida.

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