Pasa el día, yo voy y vengo por los escenarios de la imaginación, parecen varios días. La tristeza parece amenazada por el mundo, como si no tuviera razón de ser. Puede que sea verdad, que yo la haya inventado, que sea sólo un recuerdo. Ella hace como si no escuchara estos pensamientos. Sube y baja por las escaleras con sus tacones anchos y ruidosos, pero no ha desempacado la maleta. No importa, voy a prepararle café y a contarle del viaje aTúnez, a ver si así mañana me deja volver a contarles sobre el viaje. lf.
23:07
viernes, abril 14, 2006
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