martes, marzo 04, 2008

Tortibonos y Rayuelas



Dormí mal: a lo largo de la noche soñé que revisaba la Tesis de S., y antes de despertar que seguía en la universidad, que tenía que asistir a un par de clases y que no tenía ni puñetera idea de qué eran. Rodeada por la exhuberante vegetación más propia de un sitio selvático que de Guanajuato (idealización paradisíaca de mi tierra), tomaba entre mis manos una agenda donde buscaba el teléfono de mis compañeros para preguntar a qué hora eran las clases y de qué, pero mis ojos sólo deambulaban por nombres que no reconocía. Al despertar me encontré con una fría mañana madrileña movida por un viento gélido, resquicios de la nieve del norte. Dediqué la mañana a los trabajos de corrección y a un máster por internet que no sé qué termino tendrá. Descubrí entonces el sentido de mi sueño: no importa que la tesis esté terminada, pronto volveremos a México y, mientras no consigamos trabajo, me angustia seguir juntando tortibonos, por eso además del doctorado sigo en el máster, y por eso quiero mi papelito de portugués avanzado, por juntar más tortibonos traduciremos gramáticas de lenguas africanas y otras rarezas. Eso no quiere decir que no me guste lo que hago. Me encanta el portugués, y traducir y en general estudiar, pero no puedo evitar pensar en los tortibonos.

La tarde, revelándose del todo contra el sueño y el trabajo de la mañana, tuvo su sorpresa. Caminaba rumbo a clase de portugués cuando ví de reojo un bolso grande y negro con una Rayuela pintada en blanco, igualita que la de la portada de una de las primeras ediciones. Rayuela lleva meses apareciéndose así, en los trabajos que corrijo, en los carritos de la biblioteca donde abandono las revistas de lingüística, en los resquicios de la memoria, nos buscamos. Está claro: mañana a garabujar. Así cuando llegue a México y pida trabajo tendré tortibonos que tirar sobre la mesa, pero cuando llegue al final de la Rayuela tendré un montón de cómics que lanzar al aire: de las hojas escaparán los trazos, llenos de vida mis garabujos y yo bailaremos, inventaremos palabras, construiremos poemas, haremos bailecillos irreverentes y pintaremos con tiza todo lo que se deje. lf.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aller fue con Sonny Rollings. Viaje un rato junto a el. Ibamos a un lado de un tren. Enorme!. Pero Sunny, lo miro de reojo y se hecho a correr detras de el.

Iba demasiado rápido!.

Me dijo con la mirada cuando se ubo calmado. Los dos continuamos nuestro camino.