viernes, abril 28, 2006

Laurel y vino riojano



Las dos primeras acepciones de la palabra "laurel" en el DRAE, son: "árbol siempre verde, de hojas color verde oscuro, persistentes, aterciopeladas, lustrosas por el haz y pálidas por el envés" y "corona, triunfo o premio". En Logroño, la palabra "laurel" remite a la calle de los bares más típicos y nacionalmente conocidos por sus buenas tapas. El miércoles por la noche nos asomamos a los bares pero nos retiramos pronto porque mi ponencia era a las 9:30 am del día siguiente. No fui destrozada como esperaba, hablé de las palabras de las emociones con un asumido aplomo académico que ocultaba el nerviosismo propio de la víctima, y después de responder a un par de preguntas (que me alegraron por ver que mi trabajo al menos causaba un poco de interés) partimos hacia los monasterios de Suso y Yuso donde unas antiguas glosas fungen como acta de nacimiento de un español que llevaba ya tiempo vivo, andando y, seguramente viviendo vino riojano. El día fue paisaje, silencio y niebla, día verde y alegre, hermoso y redondo. Como salí ilesa del congreso, por la noche regresamos a la calle Laurel, a la calle siempre viva de noches aterciopeladas, de gustos lustrosos, aquella que es corona, triunfo o, en mi caso, premio. Permítanme unirme a los paladares del mundo que alaban los vinos riojanos y decir además que las tapas, todas, desde los champiñones, pasando por los pinchos morunos, hasta los solomillos, estaban soberbiamente deliciosas. Fue una noche para festejar a los sentidos. Hoy regreso lamentando haber pasado tan poco tiempo entre los viñedos y la gente amable y generosa de los pueblos, me prometo volver, aunque sea a pie con la escusa del camino de Santiago, y me voy a la cama poniendo una hoja tierna de laurel bajo la almohada, a ver si sueño con vino riojano.lf.

miércoles, abril 26, 2006

Descanso

Escapo a la Rioja un par de días, presento mi trabajo y espero que me destrocen ¿no son para eso los congresos? ya contaré... por lo pronto prometo beber una copa de buen vino riojano a la su salud quienes están lejos, de quienes siguen trabajando, de quienes se han marchado ya.lf

lunes, abril 24, 2006

Como sobrevivir a una tesina

1. Recuerde que esta labor fue un día un sueño, y que la ciencia, al fin de cuentas, es también sueño.
2. No se convenza nunca de que usted vive única y exclusivamente para redactar cosas serias y formales, no deje morir sus plantas de sed, no deje la cama fría, no se olvide del paisaje, no deje de escribir poesía y, por el amor de dios, no empiece a alimentarse exclusivamente de hamburguesas de marca gringa.
3. Duerma y coma bien. Quien no come y no duerme, no trabaja.
4. Hilvane un nuevo sueño que viva en el interior de una canica y que amenace siempre con escapar de su jaula de cristal tricolor.
5. Disfrute su trabajo: abra una cerveza, ponga un disco de samba, baile con los hombros mientras teclea y no piense en todas las dificultades que enfrenta, sea sencillamente feliz.

viernes, abril 21, 2006


La Reina Loca anda descalza por los escombros del día. Escucha una banda de trompetas con ritmo gitano ¿dónde están? ¡Ah! ¡Su cabeza! Baila, baila con su largo vestido y si su corona de papel se cae, ella ni se entera de tan contenta. De pronto la boca pastosa. Se detiene. Separa los labios y con índice y pulgar se agarra la punta de la lengua, jala cuidadosamente y de pronto tiene agarrada por la cola de la "e" a la palabra "rehilete". La palabra se mece con la brisa, se hace ya de noche, y entonces levantándola a la altura de los ojos la examina "Tú no eres un bicho" y tras decir esto la deja caer sobre un montón de pedazos de cemento roto. La palabra contempla el camino hacia su destrucción, cae, llega, se desmorona, letras desparramadas entre arena, vidrio y azulejo roto. Nacen al instante de esa tierra infértil rehiletes con aspas de colores. "¡Rehiletes!" dice la Reina Loca con la alegría de quien no sabe lo que es el mundo. Arranca uno y le dice "El otro día me salió la palabra "hormiga", la dejé caer y me mordieron todita, por eso no me gusta cuando me salen bichos de la boca" y corre para ver cómo las aspas de colores se funden en blanco, contra la noche que nublada, promete tormenta.lf.

miércoles, abril 19, 2006

Esta tarde,
la amenaza de una gota blanquecina sobre mi hombro,
hermosa como los dientes de un gato,
me conduce:

oídos cerrados... no hay mundo.

Este silencio es una búsqueda de ti,
esta puerta cerrada,
esta noche de murciélagos alimentándose de primavera.

170406 lf

martes, abril 18, 2006

El Pensador y platos


Normalmente detesto lavar los platos, tarea recurrente e interminable ¿a dónde se va todo ese trabajo? a veces una mesa de fiesta, brillante y colorida, pero el resto del tiempo, los platos limpios, enfilados, presos en ese ciclo de alimento y agua. ¡Jo! ¡Que si odio lavar los platos! El pensador se acomoda paciente en el sillón blanco mientras yo me levanto del ordenador y siete pasos adelante estoy fregando platos. Ahora es diferente, ahora me gusta. Dejo las listas de palabras de la tesina y mis manos contentas cambian la virtualidad de las palabras por los objetos reales.
- ¿Por qué no haces otra cosa?
La curva dulce de un "tazón" blanco cuyo esmalte crackelado recuerda la fragilidad de un cascarón que se roto por accidente.
- ¿Por qué no dibujas por ejemplo?
¿Quién ha nombrado a esta escultura perfecta, a este instrumento de sonido cristalino y nítido "tazón"?
-Un cómic te vendría bien, ya sabes: sacar la libreta blanca, las plumas de colores...
Poco importa, palabra olvidada, lo tengo entre mis manos.
Y entonces el Pensador se levanta desesperado, se asoma por la barra de la cocina y grita:
-¿Por qué no me haces un cómic?
-Porque tengo mucho trabajo.
-Pero podrías dibujar en vez de fregar.
-¿Y quién va a lavar los platos? ¿Tú?
El Pensador hace una mueca mirándose las manitas de tinta roja y considerando si podría darse el lujo de perder un poco por fregar unos platos.
-La última vez, cuando eras morado y lavaste la olla exprés comimos verduras azules un mes ¿recuerdas? Anda, vamos, que tengo que leer ochorrocientos artículos más para poder terminar mi capítulo teórico.
-Odio tus trinches listas de palabritas, y odio fregar los platos- dice mientras se acomoda en el sillón blanco y me mira resignado.
-Yo también- respondo mintiendo un poco.lf

domingo, abril 16, 2006

Rojo

Vuelvo a ver Rojo, de Kieslowsi y escribo con la imagen del juez visto a través de una ventana rota viva en la memoria. Ése hombre ha logrado reunir a quienes debían conocerse. El conocimiento del otro, la comprensión del otro más allá del razonamiento es una cosa inusual, una cuestión de naturalezas, una lógica incomprensible a nuestros ojos. Yo puedo intentar desvelar mi ser ante quien yo quiera, pero la comprensión real es algo que está más allá de nuestras voluntades. Este pensamiento renace en mí como un sueño no esperado que dota de nuevo significado a la etapa que ahora vivo. Esta época de mi vida se constituye de días llenos de trabajo, y de pronto parece que esta labor no tiene fin, que consume nuestra existencia, que dejamos de vivir un poco por darle vida a nuestras ideas. En medio de todo eso veo Rojo, y caigo en la cuenta de que estos días saturados de trabajo vienen también con una inagotable compañía, con una vida privada llena, con una comprensión poco usual: S. me mira y sabe que necesito ayuda con mi base de datos o que mi descanso está en una caricia suya, yo escucho sus movimientos y sé que está resolviendo un problema en su investigación, lo miro de reojo y tengo la certeza de si podrá dormir esta noche o si algo le rondará la cabeza en sueños. Y toda esta vida compartida en lo más desgastante del trabajo, es un privilegio regalado por un juez que obstinado,insistió en reunirnos en las menos probables de las circunstancias. Vuelvo al trabajo pero ya no estoy agotada: me dejo caer con el murmullo de mi historia en el dulce silencio de saberme comprendida.lf.

Mudanza en domingo


Es domingo. Avanzo lentamente en la tesina y de pronto me niego: decido no hacer sólo el trabajo, decido acabar la mudanza que lleva ya varios días. Así que aquí está la nueva cajita de arena con un primer garabujo y los versos cual deben de ser. Entra el sol por la terraza, he cumplido mi deseo, cierro los ojos deslumbrada por la primavera que se asoma y me dejo caer. Bienvenidos.lf.

viernes, abril 14, 2006

del 1 al 14 de abril

14 abril
Una lluvia finita
Hoy ha sido un día difícil. Entré en esa agotadora batalla de comparar mi trabajo con el de otros, de ver lo pequeño que es, de advertir, como si se tratara de coche abandonado y destartalado en la calle, todos sus defectos. He sido el abogado del diablo, también lo he defendido hasta el agotamiento máximo. Por supuesto que ninguna de esas disertaciones forma parte de la escritura de mi tesina, pero son procesos inevitables en cualquier acto creador. Estoy agotada pero no puedo más que seguir defendiédolo, dándole la vida verbal para la que fue creado. Luego la tarde fue azul. Hubo una lluvia finita y los tulipanes que compré perfumaron la casa con un olor a miel. Recordé a mi abuela: su patio estaba siempre lleno de flores. Hoy me contaron con qué ropa la visitieron, lo hermosa que se veía a pesar de su silencio. Sí. Hoy la tarde fue azul. Mi cabeza y mi corazón, azules, defendiendo amores en tiempo presente.lf.
20:19
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13 abril
¿Susan?
Esta semana nos reunimos con el amigo que nos ha llevado a la traducción de cuentos ceilandeses. Lleva un año de conocernos, de venir a comer a la casa y de invitarnos a la suya. Nos vimos en el café Gijón, frente a la Biblioteca Nacional y nos sentamos sin saber, donde él dice que se sientan los escritores famosos (a juzgar por lo que nos cobraron, debe ser cierto). Pedimos café y sacamos cada quien sus pruebas de imprenta. Ahí, en la primera página, aparecía mi nombre precedido de un "Susan". "¿Susan?" pregunté sorprendida "Sí, ¿no te llamas también Susan?". Deben ustedes saber que yo tengo tres nombres, los primeros dos corresponden a mi abuela materna y el tercero a la paterna (y me salvé porque ella también tenía dos nombres) y claro, yo no espero que nadie se acuerde de mi nombre entero pero, ¿Susan? ¿Por qué Susan? El dijo algo de una actriz con una melena, yo pensé en Susana San Juan, en una mujer de agua con mundos paralelos, y me sentí contenta digamos de una manera discreta, como cuando uno nota que la luz ilumina por unos segundos cierto lugar o persona dotándolos de una belleza inusual y nos sentimos contentos por habernos percatado de un evento tan fortuito, tan futil, algo que es imposible de compartir sin importar el detalle de nuestras descripciones. Sí, una alegría casi secreta. Hace años S. me nombró de nuevo, es una mezcla de mi nombre y de un color, un dulce monosílabo que me define mejor que mis cuatro nombres propios, un nombre mío. "Susan", el nombre que me dio este amigo, ha adquirido valor en mi imaginación, no por aquello a lo que él me asoció, sino por el significado que yo le dí. Cosa rara, esta de recibir nombres y sentir que al fin de cuentas, somos nosotros quienes nos autonombramos.lf.
23:36
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12 abril
Pócima para el trabajo
S. trabaja incansable. Se levanta, bebe café y se marcha a la Biblioteca Nacional. Regresa, comemos, se bebe otro café y se sienta frente al ordenador a escribir hasta la cena, después, vuelve al ordenador y trabaja hasta media noche. Me admira su capacidad de concentración, su entrega al trabajo, su persistencia a pesar del cansancio de semanas de no hacer nada más que trabajar. Margit Frenk ha sido una buena maestra, él aprendió de ella la dura labor de quien labra la filigrana en letras y lo hace con cariño día tras día. Yo en cambio no estoy solo cansada, estoy colapsada. Cualquier cosa me distrae, me saca de concentración, mi imaginación exige atención y me dan ganas de tomar el cuaderno y ponerme a dibujar. ¿Carezco de capacidad de concentración, de determinación, o de amor por mi trabajo? Reflexiono un poco preocupada, con miedo de encontrarme con alguna verdad que no quiera escuchar, y de pronto doy con ello. Es una respuesta sencilla y casi tonta, no me falta nada de eso, sólo me falta una taza de café.lf.
10:53
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06 abril
y dale con la ciencia...
A mí nadie me dijo que servía para la ciencia. Yo tampoco creo que yo sirva para la ciencia: me cuesta muchísimo trabajo centrar mis ideas, concentrarme y trabajar con método y orden más allá de los 65 minutos, el método y orden en sí mismos son para mí un misterio, una idea rara, otro de esos inventos de las civilizaciones. Pero un día me pareció que entre las desordenadas ocurrencias de mi loca cabeza, había algunas que parecían apuntar hacia algo concreto, hacia algo que, según la ciencia, se tendría que probar. Ese día tuve mi sueño de ciencia: las palabras, esos significados vestidos con letras que rondan todo nuestro ser, desde la convivencia con los otros hasta la definición de la experiencia propia, de lo objetivo a lo fantástico, aquellas que son nuestra existencia misma, esas palabras están anudadas a nuestro corazón. Desde entonces persigo el hilo invisible con el que están atadas, toco, con mis dedos infantiles, los nudos con los que se aferra a las patitas de las letras, las miro a la cara y les preguntó cómo fue que uno u otro corazón las atrapó. Ellas, bien dijo Paz que son unas putas, a ratos se ríen de mí, a ratos me susurran fragmentos de sus secretos. Sí, un sueño de ciencia, y es que la ciencia es un poco sueño, y yo para el método soy un desastre, pero para soñar me pinto sola. lf.
23:07
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05 abril
Los límites de las cosas
Ayer que le contamos a un profesor que S. había logrado hacer para mi, un código que me perimitiera hacer un par de búsquedas de las cuales dependen mi tesina y mi tesis, nos dijo que eso demostraba que "quien la sigue, la consigue". Yo llevo casi un año persiquiendo el correcto funcionamiento de otro programa del cual dependían ciertos datos de mi trabajo y hoy, después de una falsa esperanza, he decidido mandarlo al averno. Sí, "quien la sigue, la consigue", pero yo, de tanto seguirla, estoy ya un poco harta y decido que no quiero ya conseguirla. Hasta aquí. Hasta hoy. Se acabó. Esta es mi declaración de odio (¿no odian ustedes las falsas promesas?), de independencia y de deslinde. Como dicen las amigas del buen Harmodio (chequen la lista de links): "De-sa-pe-go"... así que hoy, después de las clases de dislexia lingüística, nos fuimos a tomar unas chelas con los amigos y a olvidarnos del trabajo. Ahí estábamos, hablando de que esta mala racha (sepan que no soy la única) tiene que acabar ya, cuando de pronto, un sonido cristalino, el de un rebote diminuto sobre el suelo, me hizo bajar la mirada: una canica pequeña y transparente rodó por el suelo hasta detenerse a mi lado. Nadie jugaba a las damas chinas, nadie pareció percatarse de su presencia, nadie la reclamó como propia cuando la recogí y mostrándosela a los demás dije: "Éste es un signo irrefutable de que las cosas van a cambiar para bien" guardándola luego en mi lapicera. No lo he dicho antes: en México tengo una colección de canicas encontradas por ahí, siempre son de buen agüero. Esta es la segunda que encuentro en España y no puede ser sino un obsequio: la pieza de cristal en el universo que, por un momento, señaló el límite de las cosas.lf
22:19
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03 abril
Pero a usted, ¿quién le dijo que servía para la ciencia?
Juro que si me hubiera habido la más mínima posibilidad de que me dieran una beca para hacer un doctorado en cómics lo habría intentado, pero nuestro país, hermoso y maltratado, no da para eso. Luego vienen esas pesadilas de día en las que, en la defensa de la tesis, un montón de académicos españoles, de mirada grave, pelona reluciente y panza llena de jamón y vino Riojano me miran con un rostro que no se sabe si es de desconcierto o molestia. Se miran unos a otros como queriendo evitar el mal rato, hasta que uno se cansa de silencio y de mis ojos de cordero a punto del sacrificio, y dice con mi tesis en mano: "Pero a usted, ¿quién le dijo que servía para la ciencia?"... y después de semejante humillación yo salgo con mi tesis abrazada y me siento en un jardín del parque a ver los dibujitos que hice al reverso de las estadísticas...Ahora creo que todo esto es en realidad una conjura de mi subconsciente para tratar de convencerme o bien de instruirme en el arte del pensamiento lógico. Anda: planea lo que vas a hacer, nada de espontaneidad; apégate al plan, nada de improvisaciones; ordena tus datos, adiós al caos de tus papeles, y ¡Por el amor de Dios! ¡Exprésate con propiedad que se trata de una investigación seria! Así que la niña, con los 27 años a cuestas y las obligaciones voluntariamente adquiridas, agarra la libreta, planea, hace encuestas, las ordena y ahora lucha día con día por "expresarse con propiedad". ¡Jo! Antes que el dominio de la materia de estudio, está el dominio propio: mantenerse frente al ordenador escribiendo la tesina (ojo, que no el blog) cuatro horas seguidas sin pensar en "echar la colada" "qué vamos a comer" o "¡Demonios! Llevo cuatro meses leyendo ARQ y no logro llegar a los últimos dos números que conseguí en Granada". De verdad que envidio a todos aquellos que conocieron a los cómics en edad temprana y pasaron sus días de adolescencia leyendo semejante arte sin dejar que el mundo los distrajera. En fin. Que mi conciencia me chicotea y regreso al trabajo, no sin antes anunciar que, harta de no poder subir mis cómics (ya que los hago que alguien además de S. los vea ¿no?) y de no poder poner los versos como Dios manda, planeo mi mudanza de este sitio azul a otro pero más cómodo. Ya les avisaré, por si insisten en leerme, y por si los garabujos les causan curiosidad.lf.
21:49
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01 abril
un día sencillo
Hoy es sábado. Son las 6:23 de la tarde y el sol entra por el balcón para darme en la cara mientras escribo. Por eso siempre tengo el lado derecho del rostro ligeramente más oscuro. Ayer logré terminar, exitosamente (a ver qué dice mi tutora), el famoso artículo que no me dejaba vivir. Para celebrarlo pasé la mañana escribiendo recuerdos de mi abuela y lo que me contaron sobre sus últimos días. Escribir da vida. Luego me fui caminando al vivero y fui feliz al tener que quitarme el suéter, al sentir que sudaba con el calor nuevo de la primavera. El vivero es un paraíso: todo está sacando sus retoños o floreando. Escogí unos tulipanes en botón, blancos con rayas rojas y me formé para pagar con mi macetita en la mano tras un grupo de españoles opulentos que llevaban carros y carros llenos de flores. Francamente, me dieron envidia. Después les hice el feo por no tener el detalle de dejarme pagar antes mi única macetita de tulipanes. Uno de los dueños en cambio, se apiadó de mí y fue a cobrarme personalmente. Ahora la tarde pasa tranquila y yo sonrío mientras veo una cigüeña sobrevolar el edificio de enfrente. Un día sencillo, sin ciencia ni trabajo, sólo un día sencillo dedicado al recuerdo y a la vida. lf.
17:48

26 al 30 de marzo de 2006

30 marzo
artículo y calaverita
10:12 am. Cielo nublado con una temperatura de 14 grados. Sigo intentando escribir ese artículo. Tengo que terminarlo hoy. Procuro concentrarme pero Ella me distrae. Mis pensamientos giraron primero en torno a Ella, su vida y su muerte, a no haber podido acompañarla, verla otra vez; después en torno a quienes sí estaban ahí, su tristeza. Me tranquizó que ayer pude comunicarme con ellos, escucharlos mejor, serenos, incluso con risa. Yo reí también. Entonces logré avanzar un poco más en el artículo. Hoy pienso en su muerte, pero también en la nuestra. De pronto, un poco de miedo. Sentí: "este miedo no está bien" y a falta de una calaverita de azúcar, dibujé mi calaca sobre una barra de chocolate, le escribí clarito mi nombre en la frente y me la comí. Venga, que la vida es una delicia y yo insisto en vivirla, en tanto acabe mi artículo claro.lf.
9:26
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29 marzo


S. me ha dado este poema de Torres Bodet:

Continuidad

No has muerto. Has vuelto a mí. Lo que en la tierra
—donde una parte de tu ser reposa—
sepultaron los hombres, no te encierra;
porque yo soy tu verdadera fosa.

Dentro de esta inquietud del alma ansiosa
que me diste al nacer, sigues en guerra
contra la insaciedad que nos acosa
y que, desde la cuna, nos destierra.

Vives en lo que pienso, en lo que digo,
y con vida tan honda que no hay centro,
hora y lugar en que no estés conmigo;

pues te clavó la muerte tan adentro
del corazón filial con que te abrigo
que, mientras más me busco, más te encuentro.


                                II


Me toco... y eres tú. Palpo en mi frente
la forma de tu cráneo. Y, en mi boca,
es tu palabra aún la que consiente
y es tu voz, en mi voz, la que te invoca.

Me toco... y eres tú, tú quien me toca.
Es tu memoria en mí la que te siente:
ella quien, con lágrimas, te evoca;
tú la que sobrevives; yo, la ausente.

Y nada queda en mí sino el secreto
de este inmóvil crepúsculo inhumano
que al par augura y desintegra el día.


                                III


Todo, así, te prolonga y te señala;
el pensamiento, el llanto, la delicia
y hasta esa mano fiel con que resbala,
ingrávida, sin dedos, tu caricia.

Oculta en mi dolor eres un ala
que para un cielo póstumo se inicia;
norte de estrella, aspiración de escala
y tribunal supremo que me enjuicia.

Como lo eliges, quiero lo que ordenas;
actos, silencios, sitios y personas.
Tu voluntad escoge entre mis penas.

Y, sin leyes, sin frases, sin cadenas,
Eres tú quien, si caigo, me perdonas,
Si me traiciono tú quien te condenas...

Y tú quien, si te olvido, me abandonas.


IV


Esta voz es mi voz. No la que oíste,
viva, cuando te hablé, ni la que al fino
metal del eco ajustará en su engaste,

sino la voz de un ser que aún no existe
y al que habré de llegar por el camino
que con morir tan sólo me enseñanste.

Voz de perdón, en la que al fin despunta
esa bondad que me entregaste entera
y que yo, a trechos, voy reconquistando;

voz que afirma tan bien lo que pregunta
y que será la mía verdadera
aunque no sé decir cómo ni cuándo...


V


Cuando, de la materia que me aloja
y cuyo fardo en las tinieblas llevo,
como del fruto que la edad despoja,
anuncie la semilla el fruto nuevo;
cuando de ver y de sentir cansado
vuelva hacia mí los ojos y el sentido
y en mí me encuentre gracias a tu ausencia,

entonces naceré de tu pasado
y, por segunda vez, te habré debido
—en una muerte pura— la existencia.

Así que me levanto de la cama, preparo el café, me siento frente al monitor y me obligo a trabajar.lf.Do not mourn me with black clothes and wet faces, but with the joy of life.
8:23
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28 marzo
esperar
En nuestra existencia todos, sin excepción, compartimos dos eventos: nacimiento y muerte. Lo que ocurra entre estos dos eventos puede variar de infinitas maneras, pero al fin de cuentas polvo somos y en polvo nos convertiremos. Quizá por eso resulta extraño darse cuenta de que la muerte, ese evento diario, ineludible, común, sea una novedad. Las noticias en todos los medios la mencionan a veces junto con el nombre de quien se ha marchado con ella, con complementos de todo tipo: de lugar, de modo, de tiempo y a pesar de todo este bombardeo, sigue siendo novedad. ¿Qué hace uno cuando espera la noticia de la muerte de un ser amado? ¿Encender una veladora? ¿Rezar el rosario con la conciencia apagada? ¿Pensar con las emociones nublandome la cabeza? Espero... deseando no recibir noticias, no tener que mudarla en mi cabeza del mundo de los vivos al mundo de los recuerdos. Espero. Sólo espero.lf.
11:32
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26 marzo
Lo peor de la distancia
Lo peor de la distancia no es la melancolía, ni la saudade, ni sentirse lejos de la cultura, de la gente, de la identidad que a uno le es propia. Lo peor de la distancia surge cuando lo que uno quiere expresarle a los que están lejos, no es transferible a palabras, cuando lo que uno quiere verdaderamente es guardar silencio, sostener la mirada, dar un abrazo. Pero uno está lejos y eso no se puede, y para demostrar interés hay que hacerlo mediante las palabras. No vale llamar por teléfono, decir "Soy yo" y quedarse media hora con el auricular en el oído sin decir nada, porque eso no expresa lo que expresa el cuerpo, nuestro cuerpo con su sola presencia. Y así la compañía se vuelve una cosa imposible. Lo que queda es una presión en el pecho, una especie de cargo de conciencia, de tristeza profunda. "Palabras huecas, insuficientes" pienso, mientras siento palpitar el abrazo que se me ha quedado contenido en el pecho.lf.
18:23

The Bride 24 de marzo


24 marzo
The Bride
La novia nace sin rostro: nace primero su cintura, y luego hacia arriba y abajo nacen su sexo y sus caderas, las costillas claras, las piernas abiertas y las rodillas flexionadas, los senos claros, pequeños, casi infantiles. La novia no tiene identidad, es toda cuerpo, es toda sexo abierto, un poema de colores ocultos, un secreto entre Klimt y el lienzo. Al rededor suyo una fiesta del cuerpo: la espalda que se desnuda, la risa casi inocente de una rubia, el descanso delicado sobre el hombro del amante que sueña con los ojos abiertos, los rostros como flamas placenteras. ¿Pensó Klimt en su lecho de muerte en el secreto que revelaba con esta obra incompleta? ¿Lo lamentó? ¿Llegó a imaginar que era un regalo? ¿que daba libertad? La novia nace como nace la desnudez propia en la memoria: sueño tibio, sin pudor, sin rostro, sin conciencia.lf
11:47

9 al 22 de marzo de 2006

22 marzo
Relato del tren perdido
Los días 14 y 15 nos escapamos en tren a Viena. Yo iba con una patita coja porque de tanto perseguir a S. y a nuestro buen amigo O. (ambos con sendas patotas) me había lastimado un tendón. Viena es preciosa, muy arreglada, muy bien pintada, muy cara y muy nevada. Visitamos lo principal del centro de la ciudad y algunos mueseos de los que escribiré en otra ocasión, bebimos café Mozart en el café Mozart, y nos hospedamos en el lugar más barato que encontramos y que, por cierto, era carísimo. Al final del viaje tomamos el tren de regreso. Como todas las estaciones nos resultaban muy parecidas, íbamos atentos a la hora en la que el tren llegaría a la estación en la que debíamos bajarnos, porque de quedarnos dormidos amaneceríamos en Rumanía. Según nosotros íbamos tan orientados que hasta le dimos instrucciones a un par de hindús. Llegada la hora nos bajamos del tren, luego las escaleras del andén y ¡ahí no estaba el metro! Salimos del pasaje subterráneo para encontrarnos a media noche frente a una estación tan vieja que el nombre casi no podía leerse (quizá por eso no figuraba en el horario de paradas del tren). Corrimos de nuevo hacia el tren pero lo vimos marcharse sin lograr alcanzarlo. Fuimos a la taquilla para pedir un billete de otro tren hacia "Kelety" era lo único que podíamos decir, y la dependienta nos hizo señas de que ya no había trenes con ese destino, que saliéramos a tomar el autobús. Afuera de la estación había un estacionamiento enorme y vacío, después una avenida larga e iluminada, del lado derecho la última parada de un par de eléctricos, un par de taxis y más allá nada, ni casas ni nada. Corrimos hacia el autobús que iba a Keleti (yo usaba mi paraguas comunista como bastón para poder caminar con rapidez), pero un hombre enorme, de bigotes y barba larga nos dijo mientras movía las manos en horizontal "finito". "¡Jo!" "Vamos a tranquilizarnos" dijo S. y se puso a ver con detenimiento la lista de paradas del eléctrico amarillo, subimos creyendo que nos acercaba, pero una chica de ojos grises, nos dijo con señas que tampoco nos acercaba. Llevábamos sólo 2500 florines, y como nunca habíamos tomado un taxi y no teníamos ni puñetera idea de dónde demonios estábamos, no sabíamos si lograríamos regresar a la casa de O. Examinamos los taxis, nos subimos a uno que tenía placas, sin golpes y con un conductor de tamaño normal (es que algunos húngaros son enormes) y cara amistosa. Le enseñamos la dirección de O. que llevábamos en la libreta de viaje y le preguntamos si estaba lejos, "más o menos" explicó también con las manos. Nos tranquilizamos al ver que tenía taxímetro, y dejamos de sentir miedo al ver el Danubio. Estábamos en las afueras de Buda. El taxista nos llevó por una ruta del lujo: cruzamos por el puente de las cadenas, luego pasamos frente al parlamento y la ópera, todo iluminado. El insidente que había empezado como "la noche en que me perdí en el Este y por no saber húngaro me llevó a nunca más regresar a mi casa por lo que ahora vivo en una aldea siberiana haciendo conservas de bayas para sobrevivir al invierno" terminó como un hermoso paseo nocturno por lo más hermosos de Budapest. Afortunadamente sí nos alcanzó para pagarle al taxista. ¿Y los hindús? Quien sabe, suponemos que también tomaron un taxi, ojalá hayan llegado bien a su destino.lf.
11:24
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21 marzo
Martes por la mañana
Hoy también ha amanecido nublado pero sin frío, así que decido, más por obligación que por gusto, hacerle frente a mis obligaciones académicas: me preparo un té verde de jazmín deseando que los sabios orientales me iluminen y con la libreta de la tesis sobre las piernas (muestra ya de disciplina ya que yo suelo hacerlo todo el papelitos de colores que acaban rodando por el mundo) hago con lápiz el primer borrador serio de una comunicación (ponencia en mexicano) que debo presentarle a mi tutora la semana entrante y leer en público el mes que viene. El pensamiento estructural funciona más o menos bien: mi borrador es una hermosa lista de elementos ordenados que deberían de facilitar el nacimiento del discurso... sí, facilitar el nacimiento del discurso... otra taza de té, el día sigue nublado, no sé que voy a cocinar hoy a mediodía... sí, facilitar el nacimiento del discurso... y entonces tengo que admitirlo: ante la blanca página virtual, las yemas de los dedos se me enfrían sobre el teclado, los músculos interiores del antebrazo me tiemblan, los mechones de cabello me caen sobre la frente y me susurran pensamientos ajenos, dispares, desordenados. Pánico. ¿Por qué? Sólo tengo que describir mi trabajo y no hay nadie que lo conozca o pueda explicarlo mejor que yo. Pánico. Escribir textos académicos no es como escribir el blog en el que el pensamiento divaga y juega en el ciberespacio, no es como escribir los cuentos en los que la imaginación es libre atando y desatando destinos y fantasías, mucho menos como escribir poesía donde el alma encuentra un descanso para su existencia oculta. No. Escribir textos académicos no es sinónimo de libertad, fantasía o descanso, sino de precisión, exactitud y propiedad. Anda: ve y ponle el corset al pensamiento para que todos puedan reconocer que es al fin de cuentas científico y no una fantasía de estos cabellos desordenados. ¿Otra taza de té para calentar la yema de los dedos?lf.
11:29
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20 marzo
18 grados, cielo cerrado, amenaza de lluvia
Al regresar de Budapest, lo primero que sorprende es la cantidad de luz. Hoy, que es un día nublado pero considerablemente más caliente que los de allá, puedo decir que el día está iluminado por una luz húngara, tenue y tímida, opaca, como apenada de existir en un invierno tan largo. Ya nos lo decían los extranjeros que vivían ahí: lo más difícil de soportar es la falta de luz natural. Sin embargo yo no lo noté sino al regresar. En las calles de Budapest dejaba que mis ojos rondaran de un edificio a otro, de una columna con forma humana a otra con forma de rana. Estaba atenta al río que se asomaba al final de casi todas las calles (porque mi cabeza insistía en voltear en esa dirección), y veía al cielo gris con esperanza de más nieve. Yo que no sé lo que es vivir en lugares blancos, deseaba abrir la boca y comerme unos cuantos copos de espuma de lluvia. Ahora que lo pienso, esos países cubiertos de nieve necesitan ser oscuros, de otra manera la gente abriría sus ventanas por la mañana y al ver las calles cubiertas de nieve y sol, quedarían deslumbradas por su blancura y eventualmente ciegas.Toda belleza necesita sus sombra... vale, que el que hoy haya terminado de incorporar todas las composiciones a mi base de datos, llegando a más de 22,000 vocablos (sí, veintidosmil ¡Por dios en que locura me he embarcado!) no quiere decir que pueda darme demasiado descanso, así que vuelvo a la tesina con el rumor del Danubio entre los labios.lf.
16:42
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19 marzo
Budapest
El aeropuerto de Budapest, la terminal dos para ser más exactos, es el lugar más lejos de cualquiera de mis casas, en el que he estado. Esa distancia la notaron mis pies inmersos por primera vez en la nieve, mis oídos que también por primera vez escucharon atentos sin lograr descifrar una sola palabra de lo que escuchaban, mis ojos que insistían en que aquel era un país imposible, un lugar con estética 100% Mike Mignola. El este nos recibió con nieve, con frío, con la oscuridad propia de un país que, a pesar de los años, guarda en sus muros las cicatrices de la guerra: ráfagas de metralletas pared arriba, fachadas cayéndose a pedazos, palacios ocultos bajo el ollín acumulado durante años... y aún así la belleza: puntos luminosos por todas partes, los ojos claros de la gente que mira siempre discreta, el Danubio coronando de luz el puente de las cadenas, los barcos que lo navegan dotando de destellos a las aguas que muestran orgullosas el reflejo de una ciudad sobreviviente, de una ciudad viva. Me gusta el este, tendré que volver alguna primavera.lf.
12:51
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18 marzo
Promesas
Pues nada, que es la 1:54 am y prácticamente acabo de bajarme del avión. Budapest es hermosa y hay mucho que contar, pero mañana, con tiempo. Hoy sólo doy señales de vida para que sepan que llegamos sin problemas... mi camita me reclama...lf.
0:55
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09 marzo
me voy a Budapest!
Queridos mañana me voy a Budapest, regreso a este espacio por ahí del día 18. Mientras tanto les dejo encargada a esta imaginación mía, a ver qué pueden hacer con ella.lf.
18:03

Maldita imaginacion


Maldita imaginación
La imaginación es la madre de la genialidad y de la locura. Hermanas gemelas que se confunden en el espejo y muestran dos rostros que parecen el mismo. Siembran el insomnio y luego anidan en el sueño. Hacen que la vida valga la pena vivirse, y también que la muerte parezca una vieja amiga. Hoy insulto a mi imaginación por la mala noche que me ha hecho pasar negándome primero el sueño y confundiéndolo luego con sus creaciones más atroces. Amanecí con las manos en el cuello, buscándome las heridas que durante la noche me había hecho un animal al roerme el cuello cual felino hambriento. Me sorprendió poder mantener la cabeza erguida y al verme el cuello íntegro en el espejo, comprendí que por fin había despertado. Maldita imaginación, por la noche me arrancas la garganta y por el día me llenas la cabeza con los hermosos paisajes que me promete Budapest. De genialidad nada, para mí sólo la locura y la esperanza.lf.
18:01

07 marzo 2006 Mono de creatividad

07 marzo
"mono" de creatividad
Anoche terminamos la portada para el libro de cuentos que hemos traducido a lo largo del año, tiene una de las texturas fotografiadas el fin de semana. A mí me encanta. Se la mandamos de inmediato al editor que todavía no contesta (y yo, como la maniática que soy, reviso el correo cada hora). S. dedicó la noche y toda la mañana a ayudarme a arreglar un cómic que hice el año pasado para llevarlo a un concurso (el premio son 900 jugosos euros). Quedó hermoso. Así que al final del día regreso a la base de datos, a las palabras desnudas de su contexto, las pobres encerradas en jaulas informáticas... y cuando la euforia de la creación se marcha, regresan los miedos más antiguos: miedo a no ser suficiente ¿suficiente para qué? para la vida, para las pasiones, existencia misma, para aquellos con quienes comparto mi vida y esperan cosas de mí; miedo, ya no a no ser aceptada, sino a que este mundo propio, esta vida privada, se cierre sobre sí misma, se autodevore, muera; los miedos más primitivos: no ser amado o perder el amor, morir, vivir sin saberlo, dormir. Sí. La creatividad crea adicción, tengo, como dicen aquí "mono" de creatividad (osea que la extraño mucho), así que guardo en esta caja pública los miedos y planeo en mi loca cabeza los dibujitos para el Tragaluz, las texturas con las que lo he de cobijar, las horas alegres en las que los ojos de S. y los míos compartan una misma visión para crear algo hermoso.lf.
23:20

05 marzo Nueva colección





Hoy, al final del día, cuando ya no doy ni para rellenar espacios en la portada para el libro de cuentos, regreso a la joya de hoy: con fines creativos y gráficos he iniciado una galería de texturas. Me gustaría que ésta se pudiera visitar con todos los sentidos, pero como ni la ciencia ni la magia han llegado a tales extremos, tendremos que conformarnos con sus imágenes. Sí: a pesar del frío me eché la cámara al cuello, le puse abrigo a S. para que me acompañara, y al pobre lo arrastré a lo que esperamos sean los últimos vientos de invierno. Luego fuimos a la parte vieja de la ciudad y sacamos fotos de paredes y maderas para empezar la galería. Es gracioso como la gente nos miraba mientras fotografíabamos una pared aparentemente vacía, es casi enloquecedor salir con ojos de quien busca texturas, ¡el mundo es tan rico! Vale vale, que ahora estoy pensando en la manera de hacer un collage que ilustre el sueño del mayor monstruo del mundo, pero eso será después... por lo pronto unas cuantas de mis fotos preferidas de hoy:lf.
22:15

2 y 4 de marzo de 2006

04 marzo
Que no, que no tengo televisión.
Tengo que reconocer que si algo funciona como de primer mundo en México, es Telmex. Tendrá muchos defectos, pero al fin de cuentas es una empresa eficiente. En España sin embargo, las compañías de teléfono son más surrealistas que nuestras chinampas o los autobuses guajoloteros. Para obtener una línea no se firma ningún contrato, todo es facilísimo, pero para quejarse o cancelar cualquier servicio hace falta tener mucha voluntad y buen humor porque aquello se convierte en una misión, literalmente hablando, imposible. De esos aspectos de las compañías telefónicas en España, se ha dicho y escrito en abundancia, pero sobre lo que yo no he escuchado ni leído nada, es sobre la perseverancia con la cual intentan que sus clientes "aprovechen todos los servicios que la empresa ofrece". Y lo digo porque lo he vivido los últimos seis meses durante los cuales he recibido dos o tres llamadas cada mes, en las que me ofrecen no sé que cosa de televisión por internet. Las conversaciones son una cosa semejante: -¿Se encuentra fulanita de tal? *Sí, soy yo. -Buenas, soy Periquita Martínez de la empresa "de mí no te escapas" y le hablo para ofrecerle junto con su conexión de internet, la no-sé-qué-madre de televisión. *Muchas gracias, pero no tengo televisión, así que no me interesa. -¡Ah! ¡No tiene cobertura de TV! *No. No tengo TV. -¿No tiene aparato de televisión? *No. -Pero, ¿no lo va comprar? y ahí están, tratando de venderme la noséquemadre de internet por si acaso se me ocurre comprar tv. He hablado con telefonsitas de todos los acentos de España, con colombianas y un brasileño, pero la última, es que de verdad es sorprendente, una española que no podía creer que yo no tuviera televisión y que no me la fuera a comprar -¿Pero cómo se entera usted de lo que pasa en el mundo? ¿Con qué se distrae? ¡Cómo no va a tener televisión! *Pues mire usted, que para eso contraté la línea de ADSL, porque en internet hay periódicos de todo el mundo con lo cual estoy mejor informada que usted, no necesito distraerme porque vine a estudiar y hacer un doctorado, de manera que se lo digo por octava vez, no pienso comprarme un televisor. La mujer no lo podía creer. Yo lo que no podía creer era que fuese la 10a persona que me ofreciera el mismo servicio en medio año, de la misma empresa, y que además yo le tuviera que justificar el hecho de que no quiero una puñetera televisión. Después de ella, han llamado otras, unas más sorpendidas, todas menos insistentes. S. y yo sospechamos que ya soy un mito en la compañía esa, que entre los telefonistas se rumora que hay un número en el que contesta alguien que dice no tener tv, y no tener planes de comprarla ¡Jo! Como si uno no pudiera divertirse ni informarse de otra manera, hay que ver, que Europa también tiene lo suyo de surrealista y que uno nunca pensaría que se esconde precisamente en la perseverancia. lf.
23:36
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02 marzo
final de carnaval
Hoy trabajé todo el día en la computadora. A las 7:30pm sentí pinchazos en las piernas, así que rapté a S. para que me invitara unos vinos en "El Hidalgo". Al regresar seguí trabajando y hace unos minutos quedaron registrados 10,064 vocablos en la base de datos que recoge mi amadísimo corpus. Es extraño: pronuncio ese número y sé que se duplicará, y quizá hasta se triplique, sé que gracias a la existencia de esa cifra podré defender ciertas ideas con autoridad para terminar el doctorado, y sin embargo, sigo esperando que otro significado se me desvele. Quisiera que esa cifra, que ese montón de palabras acurrucadas en las celdas de mis tablas, adquirieran vida y me contaran sus secretos: de dónde vienen, cuántas bocas han tocado, cuántas veces han sido escritas, por quién, acompañadas de qué sentimientos. Hoy la luna, una blanca rebanada de fruto estelar aparece sobre el edificio de enfrente. Un amigo del portugués me prometió una botella de Sauza Centenario que alguien le trajo de México y que no beberá, así que bebo un caballito del tequila que traje de México y sonrío al pensar que los dioses del agave azul debieron quedar complacidos con las mínimas vestimentas de las reinas del carnaval brasileño que adornadas con motivos aztecas bailaron durante horas haciéndoles honor sin saberlo. ¡Ah! ¡Quién supiera bailar!!!!!lf.
22:37

01 marzo El Mayor Monstruo del Mundo




Esta mañana tuve un sueño impresionante, como aquellos de cuando era niña. Estábamos en algún lugar de las montañas, hacía frío y en lo alto había nieve. Habíamos comido ahí en un restaurancito que era del que en la vida real es el panadero, pero en el sueño éste se dedicaba a encuadernar libros y libretas (además de atender el restaurante), era un hermoso trabajo. Daban las 6pm, habíamos perdido el tren, a S. esto no le preocupaba, decía que bajaríamos a dormir a la ciudad y al día siguiente nos iríamos a Viena. Así que bajamos a la ciudad que era enorme, no sólo por su extensión sino por todas sus dimensiones: las calles eran anchísimas, los edificios enormes, éramos como enanos en una ciudad de cantera dorada con bolutas y hojas de parra grabadas por todas partes. Daba esa luz anaranjada de la tarde, cuando el sol nos recuerda su soberbia justo antes de desaparecer y entonces todos empezábamos a correr. Había gritos y desesperación entre la gente. Nosotros corríamos cuesta arriba, S. me llevaba de la mano y me jalaba para que no dejara de arrastrar mi pesado cuerpo, entonces volteé el rostro hacia la izquierda y entre los edificios, lo ví: era el Mayor Monstruo del Mundo. El perímetro de su cuerpo nacido como un grabado de duras líneas negras se sobreponía a la ciudad en su hora más dorada. A la distancia, podía ver gran parte de su cuerpo aunque el resto se ocultaba entre los edificios.Ví su rostro por un momento y después el negro de las líneas firmes que dibujaban sus patas rompiendo el pavimento de las calles. La visión duró a penas unos segundos, teníamos que seguir huyendo de él, cuesta arriba, pero su magnificencia ya me había marcado. Ahora miro nerviosa por la ventana; temo y deseo al mismo tiempo volver a verlo.lf.
10:09

17 al 27 de febrero de 2006

27 febrero
memoria e imaginación
De pronto la memoria vuelve, se ha multiplicado porque el tiempo, sin que lo haya notado, me ha dado el privilegio de seguir existiendo. Carezco del lastre de Funes el Memorioso: estoy consciente de que ya he olvidado mucho de mi propia existencia. Pienso en los recuerdos que otros tienen de mí, que yo desconozco; en los que yo guardo de otra gente. Me gusta pensar que seré longeva y que, aunque mucha gente tendrá recuerdos míos, sólo serán de trozos de mi vida, que nadie podrá decir "Yo la tuve recién nacida en mis brazos y luego la ví cumplir cien años". Me gusta pensar que hay recuerdos alternos a la imagen: que las letras, aquí o en las libretas que viven ocultas bajo el escritorio, son también formas de existir. Yo guardo casi escrupulosamente, ciertos recuerdos. He aprendido a elegirlos, a no ser objetiva para que sigan vivos. También me gusta leer lo que escribe la gente para mantener viva su memoria, saber, al menos un poco, como se ven a sí mismos, en la oscuridad, en silencio, antes de quedarse dormidos en la cama. Somos retratos dispersos en la memoria de la gente, rondamos por ahí, en existencias múltiples e independientes, todos somos memoria y, a veces también, imaginación.lf.
22:31
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pronóstico
Según mi olfato, mañana amanecerá nevando. Será hermoso y trágico a la vez, porque con la calefacción puesta todo el día la garganta se me ha secado y me está matando. Así que, gatos alcalaínos, ya lo saben: mañana vestíos abrigados que nevará. lf. PD. Si fallo no se preocupen, que como el mago de The Three Ages de Buster Keaton, lo primero que haré al levantarme será escribir en este blog un pronóstico acorde con la realidad (que es lo que en realidad hacen todos los de los pronósticos del clima (para los que no me conocen en persona: todo lo anterior es un chiste)
0:18
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25 febrero
entre familia
Anoche me quedé dormida recordando el jardín que hizo mi abuela estadounidense, era hermoso. Por la mañana, cuando todavía caía nieve, soñé con mi abuela mexicana: estábamos en su casa, la que fue nuestra, la casa de todos. Estábamos en la habitación de "Azucena Blanca", que al contrario de la realidad, estaba muy iluminado, con esa luz brillante y tibia del pueblo. Entonces entraba ella: Mamá Luisa, y estaba más joven, como cuando yo era niña, y era hermosa. Me abrazaba y me besaba la cara mucho mucho, para hacerme cosquillas y jugaba conmigo. Yo sentía su piel suave y lisa, podía olerla, ella, mi abue, la que me dormía con susurros mientras le contaba los secretos de familia a mi madre. Y las dos reíamos. Curioso: la distancia no es impedimiento para que ella, que ha estado ya tantas veces más allá de los vivos y de los muertos, me recuerde que me quiere. lf.
23:23
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23 febrero
problemita de personalidad
Hoy no trabajé. La culpa es de la nieve, porque hoy, amaneció nevando. Me puse mis pantalones de lana roja, la sudadera gris, el abrigo más gordo que tengo, y me senté frente a la ventana de la terraza a ver nevar. Nunca había visto nevar durante tanto tiempo y, la nieve de hoy era además muy bonita de ver porque tenía un problemita de personalidad. Empezó como nieve decidida que cubrió los tejados, los coches y las ramas de los árboles. Luego su decisión le pareció exagerada y se detuvo, regresó pronto como una nieve finita que se deshacía apenas llegaba al suelo y luego acabó por convertirse en aguanieve. A mediodía las nubes se fueron y pensé que el resto de la tarde estaría despejada, pero poco después de las 5 empezó a caer un granizo finito, como el helado de bolitas que venden en Plaza Loreto o como la nieve artificial de unicel con la que adornan los escaparates navideños en México. Total, que en un sólo día he visto caer el agua en diversas modalidades que en toda mi vida. Me siento de pronto como una niña, no me hastío y deseo que mañana vuelva a amanecer nevando, aunque me distraiga y no pueda trabajar gran cosa. lf.
21:42
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22 febrero
la belleza
Uno de los regalos que considero más valiosos y más hermosos, es un buen libro de poesía. Para mí es equivalente a recibir la belleza en su forma más pura. Ayer, Manolo, el portero, tocó por primera vez a nuestra puerta a las 19:21. Había llegado un paquete que no cabía por la ranura del buzón de correo: envuelto en papel marrón y cubierto de timbres postales con aves y crisantemos, ese paquete guardaba poesía. Mi querida amiga china, El último día del invierno, su promesa y me envió dos tomos de una versión bilingüe con transcripciones fonéticas de una antología de poesía china tradicional. Como la traducción es al francés me veo obligada a desempolvar mis escasos conocimientos de la lengua: lo que descubro vale con creces el trabajo y tiempo invertido en la comprensión del texto. Hoy me permito traducir al español, para ustedes, las primeras líneas del prefacio del traductor y maestro Xu Yuan Zhong: "Crear, en palabras de Georges Duhamel, es la única felicidad digna del hombre. La última, en palabras de Schopenhauer, se encuentra en la creación de lo bello".
22:23
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20 febrero
fantasmas
Cuando uno pasa de los 25 años de edad y empieza a sentirse cerca de los 30 algo cambia: algunos empiezan a hacer ejercicio, otros dicen que la salud les empieza a fallar y, algunos mas, no podemos distinguir entre los recuerdos reales y los ficticios (yo pienso que es una forma de Alzhaimer prematuro). Aunque yo suelo mezclar la ficción con la realidad, eso suele suceder en un plano más bien individual, mental e imaginativo que se refleja, a lo mucho, en las cosas que me da por crear. En estos meses sin embargo, la vida se empeña en arrancar del pasado algunos fantasmas y recordarme que no son del todo ficticios. ¿Acaso la vida no se entera de que no somos los mismos que hace años o es que se empeña en recordarnos que tenemos pasado? No me niego inútilmente a las sorpresas de la vida: recobro la amistad con una antigua princesa ceylandesa y reconozco en sus recuerdos mi antigua existencia infantil; descubro también que un joven de rulos despeinados está por convertirse en el director de cine que siempre añoró; y finalmente, comparando recuerdos, descubro que al paso de los años me he transformado en alguien diferente a lo que había imaginado pero que esta diferencia es justamente la que me da alegría y placer, la que me define y me recrea: la existencia que no cambiaría por todos los sueños de la infancia. Seamos todos el sueño del sueño que no ha logrado ser, el no-recuerdo del recuerdo, el reflejo en la pupila del fantasma que se asoma.lf.
23:33
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19 febrero
Nostalgia alimenticia.
Hay dos cosas que extraño especialmente de mi paí: la familia y la comida. Cuando uno llega con el gusto tan acostumbrado al picante, le parece que aunque la comida española es buena, le falta sazón. Con el tiempo uno se acostumbra y sin embargo busca cosas que por lo menos ilusoriamente, le quiten a uno el antojo de lo añorado. S. ha ido por kebabs para cenar. Son lo más parecido a unos tacos y les echan un chilito que sí pica. Pero además es divertido ir por ellos porque a menudo los chicos ¿árabes? que atieneden cambian y siempre se sorprenden cuando les pedimos picante del bueno en cantidades que nadie más pide. Ponen cara de sorpresa, preguntan de nuevo, nos ven con incredulidad. Finalmente añaden el chilito y empacan el kebab. Algunos quedan tan sorprendidos que nos ponen más chilito para llevar en un paquete de papel aluminio, otros nos preguntan de dónde somos y concluyen que no saben quién come más chile, si ellos o nosotros. Curiosamente no conocen la palabra "chile" como vocablo del español, piensan que es inglés y dicen "chili" y yo corrijo "No. CHILE". En España la mayoría de los productos muy comerciales disque mexicanos son más bien gringos. Imagínense: el otro día vimos guacamole en polvo ¡En polvo por dios!!!!! y es una pena, porque siendo tan buena nuestra comida, aquí les venden frijoles dulces por frijoles charros. Yo procuro difundir nuestra buena gastronomía y de vez en cuando saco de los recovecos de la alacena un botecito de mole atesorado para invitarles a nuestros amigos españoles. Para lo que sí no he encontrado nada que me quite el antojo, es para los tamalitos de chile verde. HMMMMMMM!. bueno, disculpen, es que la nostalgia alimenticia a veces es muy fuerte, así que hagan el favor, ustedes que están en México, y vayan por unos tacos y unos tamalitos, o un pozole y cómanlos a nuestra salú que nosotros brindaremos con una copita de Rioja a la suya. Ya llegó S. con los kebabs así que me despido para aminorar este antojo de taquitos al pastor. lf.
19:20
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18 febrero
dibujo y lluvia
Hoy me he pasado el día haciendo ilustraciones para el libro de cuentos de Sri Lanka. Me olvidé de las obligaciones lingüísticas, de la tesina y de las formalidades gracias a las cuales estoy aquí. Redescubrí, por no sé qué magia, el placer del dibujo. Ha sido muy bueno, ya que el frío, después de darnos unos días de tregua, ha vuelto con vientos helados y fuertes que lastiman al respirar. Por lo menos hoy llovió un poco ¡qué bonita es Castilla cuando llueve! lf.
22:57
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17 febrero
Perseverancia
Cuando concursé por la beca gracias a la cual estoy aquí, lo más importante que aprendí fue a ser perseverante e insistente. En aquel entonces pensaba que el que me pidieran documentos inexistentes y me pidieran cosas imposibles se debía a un complejo e ineficaz sistema burocrático, ahora comprendo que me estaban probando y preparando para una serie de cosas que tendría que afrontar a lo largo del doctorado, como la de hoy: después de hacer circo maroma y teatro conseguí instalar y hacer que funcionara, con la valiosísima ayuda de S., un programa que necesito para mi investigación. Hoy he pasado toda la mañana tratando de obtener de él los datos que necesito. A veces me los daba, a veces no, y yo intuía que detrás de esos mensajes raros que me daba, de ese comportamiento errante, había una lógica que yo, por algún extraño motivo no logré discernir. Acabé hablándole a la máquina "Bonita, a ver si me das los datos del centro 3 ... mira, que los he guardado aquí... ¿verdad que me los vas a dar?" Yo tenía puestos los audífonos y escuchaba a María Rita para relajarme mientras hacía las anteriores peticiones, así que no me enteré de que detrás de mí había una maestra mirándome atónita y tratando de aguantarse la risa "Es viernes" me dijo cuando se sentó en el ordenador de al lado "quizá por eso se niegue a trabajar" y volteando a ver mi monitor concluyó "¿Verdad que es por eso?". Bueno, que a la próxima procuraré pedirle mis deseos al ordenador en voz baja, no vaya a ser que de pronto empiece a decir no sólo eso, sino todos mis pensamientos y entonces sí que me encontraría en serios problemas, jijiji, bueno que con un poco de perseverancia quizá logre que el dichoso programa haga lo que yo le pido. lf.
19:10

16 febrero Grana



Antes que nada, una disculpa por la demora. Un gato se ha apoderado de mi compu y de mi conexión a internet, y ha sido hasta ahora que me convencí de que tardaría varios días más ahí y que yo tendría que buscar otros medios para volver al blog. El viaje a Granada ha resultado ser una agradable sorpresa. No voy a hablar de la belleza de la Alhambra, ya hay más que suficiente escrito al respecto. Mejor diré que éste ha sido un viaje no de “lugar” sino de “gentes”. Llegamos a la casa de unos amigos cantantes y poetas que nos abrieron no sólo las puertas de su casa, sino también de su refrigerador, de sus amados libros, y de sus pensamientos también; en vez de lanzarnos a la ciudad, nos la han presentado y hemos recorrido las calles blancas con la Sierra Nevada en el horizonte guiados por un mexicano que se ha pateado mil veces la ciudad; no hemos conocido sólo a la gente de la calle, sino también a los artistas que viven en las montañas y que inventan poemas en movimiento con flores radiográficas. Nos han invitado también a su mesa. Fuimos a un concierto en la Tertulia, donde el maestro Óscar Aguilar en compañía de Julen Gossip y Pedro Chillón nos hicieron pasar una noche tan memorable como las de los conciertos en el Recreo Sanmiguelense. Después de la risa, la reflexión y la buena compañía, cantar sin micrófono nos abrió el apetito y comimos chilaquiles con chistorra a las tres de la mañana y a falta de tequila bebimos orujo. Me sentí en casa. Regresé con algún tipo de esperanza alimentada por no sé qué arte. El viaje terminó con un tour por los grafitis de la ciudad. Como mis amigos granadinos tienen su página de internet en construcción (prometo incluír el link en tanto la tengan lista) los dejo con el de un buen grafitero comparable en dedicación y calidad con los de los compatriotas en el D.F. www.elninodelaspinturas.com ¡Qué bien se siente estar con los viejos amigos!
21:12

5 al 8 de febrero de 2006

08 febrero
Granada
Queridos todos, mando las bacterias al diablo y me voy de fin de semana a Granada. No prometo escribir estando allá así que no habrá novedades hasta el lunes 13. Pásenla bien. lf.
23:32
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07 febrero
dramatización bacteriológica sobre la preocupación
En vista de que la dramatización bacteriológica se niega a terminar y monta batalla en mi muy mermada garganta, me resigno, y con pañuelo y té en mano, procuro volver al trabajo. A menudo recuerdo a la chica de la agencia de viajes que tras intentar sacarnos el billete para Budapest sin lograrlo se dijo a sí misma "¡Céntrate Isabel!" y volvió a la tarea con suma concentración. Así, yo me siento frente a la computadora o los libros y me digo "¡Céntrate bichito!". Pues el bichito se ha centrado hasta que acabó de transcribir el material que ha recogido hasta ahora para su corpus y después S. le ha venido con que ya le llegó la preocupación por la tesina que tenemos que terminar para mayo. Después de tragarme el sentimiento de culpa por el tiempo que esta enfermedad le ha quitado del trabajo para dedicarlo a ir al súper, traer comida, medicinas y otras cosas, además de hacerme muchos mimos etc., procuro volver a mi racionalidad y analizo el sentimiento de la "preocupación". La verdad es que en estos días no me había preocupado demasiado por la tesina, estaba más preocupada por recuperarme y, antes de eso, por que a mi familia en el hermoso país de las tunas, le salieran bien las cosas que ahora traen entre manos. La diferencia entre la tesina y mi salud junto con lo de mi familia, es que depende más de mi y de mi trabajo que de cualquier otra cosa, sin embargo la salud y los planes de mi familia se escapan de mi voluntad y en gran parte de mis acciones. Es decir, estoy tomando las medicinas, comiendo bien, no exponiéndome al frío y miren: ¡que amanezco sin voz! y con mi familia pues igual, estando yo tan lejos no hay mucho que pueda hacer para ayudarlos en sus planes. En breve, que mi preocupación nace de dos sentimientos: la incertidumbre y la impotencia... s.u.s.p.i.r.o...a.g.r.i.p.a.d.o... bueno, al menos la tesina está en mis manos. ¡Bacterias! ¡Ya dejen en paz a mi pobre gargantúa!!!!lf
22:29
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05 febrero
Pequeña dramatización bacteriológica
Hoy cumplo exactamente una semana de gripa y tos ambas insistentes. Me resigno y empiezo el tratamiento de antibióticos. Según recordaba dichas pastillas me dejaban completamente sin energías pero mis médicos de cabecera me dijeron que no, que debía estar confundida y que esta medicina me caería muy bien, que por fin me curaría. Pues no. Me siento completamente agotada, con los brazos caídos y las piernas que me tiemblan. Me resigno a esta debilidad que me llega a ratos a sabiendas de que toda bacteria, bicho u organismo raro que tenga en el cuerpo, o que haya pensado siquiera en acercárseme, huirá despavorido o morirá. Imagino el exilio: los bichitos que habían creído encontrar un hogar en un rincón de mis vías respiratorias, a un lado de la lengua o en un rincón del cerebro, han recibido hace horas la noticia: "Ha ocurrido un desastre químico. Amoxicilina circulando por el cuerpo entero. Desaloje o prepárese para morir". Las pobres bacterias empacan con rapidez mientras piensan "¿Por qué siempre me pasa esto a mí?" y harán la cuenta de sus mudanzas. Finalmente iniciarán el recorrido por mi cuerpo pensando que es una lástima dejarlo, que les gustaba mucho el color de mis células, y a la vez rezarán al dios de las bacterias para no encontrarse con una dósis de amoxicilina en el camino. Algunas morirán irremediablemente: el veneno químico las alcanzará como un monstruo apestoso que agita un látigo en mano diciendo "¡Éste cuerpo es mío! ¡Éste cuerpo es mío!" Otras, las que tengan suerte, escaparán en un fuerte estornudo. Sólo espero que S. tenga alertadas sus defensas. Vale. Que tengo sed y necesito un kleenex... Pobres bacterias, ¡si tan sólo supieran que no tengo remedio!. lf.
16:36

02 febrero




De pronto es febrero. El primer mes del año se ha terminado y yo ¿qué he hecho? El tiempo me juega trampas... sobrevivir al fin del año pasado, ir a Túnez, terminar la traducción de unos cuentos, transcribir mogollón de textos para mi corpus, deprimirme tres días por lo que no puedo hacer para ayudar a los que amo, enfermarme una semana, comprar boletos para ir a Budapest en marzo y, lo más gratificante a corto y largo plazo: aprender a hacer café turco. Me aficioné a él en un cafecito para locales en la medina de Hammamet. A diferencia de lo que digan los folletos de viaje, Túnez es frío en invierno, así que entramos congelándonos al cuartito que hacía de cafetería y pedimos con un café. "¿Turc?" nos preguntó un hombre en francés con acento árabe "¡Tunisien!" respondimos con el entusiasmo de probar un café que no fuera la tierra de las macetas del hotel pasada por agua. "Aseye-vous" nos dijo el hombre y desde nuestra mesita vimos muy atentos su espalda mientras daba y daba vueltas con un palito a nuestros cafés preparados en dos diminutas ollas. Pronto llegaron a nuestra mesa, con una sonrisa acogedora, dos tazas de expresso con un café fuerte, oscuro e increíblemente aromático. Lo bebimos como viajeros sedientos del desierto y halagamos al dueño del establecimiento "Avec jazmin" nos dijo y poco a poco, en días distintos y con cafés acumulados fue revelándonos el secreto: no es agua de jazmín sino un destilado de la flor de un tipo de naranjo lo que le da alma tunecina a ese café. El último día de nuestra estancia nos internamos calle arriba a la ciudad, hasta donde ya no había más turistas que nosotros y ahí encontramos una tiendita con chiles colgados en la puerta y toneles con todo tipo de aromas dentro. Ahí conseguimos nuestra "Eu de fleur d'orange" y comenzó la aventura del café turco. Nuestro abastecedor de café en España (www.elrincondelosaromas.com) ha sido inmensamente generoso y además de experimentar para dar con la mezcla de café idónea, nos ha regalado el ibrik que tenía en su tienda como adorno. Ahora vierto en él el café, el agua falsa de jazmín y en otras ocasiones cardamomo, canela o anís. A un mes de aficionarme al turco comprendo que no basta con beberlo, que el placer se encuentra también en prepararlo y en dejar los pensamientos libres mientras espero a que el agua suelte el hervor, la espuma de café suba y mi mano, atenta, lo retire del fuego justo cuando toca el borde del ibrik. El turco sabe siempre a esos pensamientos.lf. Fotos del amanecer en Hammamet y de la tienda de especias.
22:43

31 enero Eva Transmutada




Con un dolor de garganta y oído a penas soportables sin los antistamínicos y sucedáneos que suelen recetar para estos casos, pienso en el sol tunecino del oasis de Chebika con sus palmeras colmadas de dulces dátiles. Levanto la vista y descubro que la tarjeta telefónica "Ladatel" que tengo pegada en la pared con la imagen de "Eva" en mármol blanco de Rodin, se ha teñido de un extraño color rosa en el brazo y pierna izquierdos. Me acerco y miro con cuidado, tallo con los dedos para quitar la tintura, con un pañuelo, tampoco se quita. Eva se ha sonrojado y no sé por qué, le pregunto a Tristeza qué le ha dicho para ponerla así, pero ella responde que ni siquiera se había percatado de su presencia... acaso el mármol se esté transmutando en carne, o el recuerdo del paraíso, nítido cual si no hubieran pasado ya siglos, le infunde calor en la piel. Una punzada en la cabeza me arrebata de la contemplación de su cuerpo marmóreo, si hiciera menos frío saldría a este sol castizo para hacerme la ilusión de que calienta. Podría hacerlo ahora que S. ha salido a comprar los billetes para ir a Budapest en Marzo (par de locos, vemos billetes al dos por uno y allá van los ahorros) pero si luego me pongo peor voy a traer cargo de conciencia. Mejor me acurruco en el sillón y pongo a estudiar portugués oyendo zamba, que como ya lo he dicho, es la mejor terapia para los males del cuerpo y del alma. lf.
9:57

28 enero

Pasa el día, yo voy y vengo por los escenarios de la imaginación, parecen varios días. La tristeza parece amenazada por el mundo, como si no tuviera razón de ser. Puede que sea verdad, que yo la haya inventado, que sea sólo un recuerdo. Ella hace como si no escuchara estos pensamientos. Sube y baja por las escaleras con sus tacones anchos y ruidosos, pero no ha desempacado la maleta. No importa, voy a prepararle café y a contarle del viaje aTúnez, a ver si así mañana me deja volver a contarles sobre el viaje. lf.
23:07

27 enero


Interrumpo las impresiones del viaje a Túnez para escribir como una forma de sobrevivencia. Hoy, después de mucho tiempo de alegría y una vida tranquila, siento una tristeza profunda. Viene no ya con la desesperación de antaño, sino como una vieja amistad que conoce todo de mi historia, la real y la ficticia. Abre la puerta con llave propia, deja el abrigo en una silla, prepara una taza de té y se sienta en el sillón frente a mí. Comprendo que viene vestida de incertidumbre, que es su presencia lo que anunciaba el sueño de anoche, que ha dejado la maleta en la habitación ficticia de los huéspedes. Reconozco sus facciones, su manía de disfrazarse de impotencia o de preocupación. Bebo su taza el té porque aunque ella lo ha preparado, sólo le gusta el café. Sonrío sabiendo que su presencia es necesaria y escribo como una forma de sobrevivencia para recordar que las viejas amistades son siempre bienvenidas en mi casa.lf
16:17

260106 La nada y el Chott



Yo soy de esas personas con una imaginación principalmente visual, de manera que desde niña hay cosas que de las que no he podido forjarme una imagen convincente, por ejemplo el infinito, la divinidad o la nada. Después del paisaje lunar de Matmata, de la inmensidad del Sahara y toda la adrenalina de verse en medio de un océano de arena, subimos nuevamente al autobús y viajamos durante horas. Poco a poco el paisaje se volvió desolador de una manera distinta: no había animales, plantas, ni arena; sólo una planicie con manchas de agua a un lado de la carretera y al otro el mismo paisaje pero con montañas de piedra en el horizonte. Estábamos atravesando el lago salado del Jerid llamado "El Chott". En verano, cuando llueve, los charcos se ven de colores debido a los minerales en el agua, también se forman espejismos, y aquellos trozos que parecen tierra firme se tragan a los hombres. Yo lo contemplaba hipnotizada por las manchas brillantes de sal bajo el sol cuando una nube mínima y solitaria me hizo notar que no podía distinguir en el horizonte al lago del cielo. Aquello era un paisaje difuminado de una blancura insondable. Entonces lo comprendí: eso era la nada, una mancha de color que se había tragado al horizonte y que anidaba en mis ojos. lf.
18:25

240106 Douz


Douz
El silencio que anida en mi oído,
que prueba mi lengua
y se desliza cuello abajo
hace de mi cuerpo todo
un gesto que dibuja su nombre.
Arena que con el viento se levanta,
duna desbaratada ante mi paso,
desierto al filo de la mañana
que no distingue ya
a la realidad de su sombra.
lf240106
15:27

220106 Matmata


Había despertado en medio de la montaña. Sus ojos no alcanzaban a ver ser vivo alguno. Todo, a esa hora del amanecer, era silencio. Intentó levantarse como lo hacen los animales heridos: con miedo en los ojos, con súplica en el bramido, y luego su cabeza dio un golpe seco sobre la tierra. Se quedó así un rato: de lado, oliendo ese monte quieto, callado. Finalmente enfocó la vista en la sombra de una piedra diminuta, en la negra elipse que se incrustaba en la tierra. Intentó tocarla con un dedo, asirla con las uñas, con las yemas, con las manos que fueron escarbando para encontrar su escondite abajo, abajo, siempre más abajo. Esa noche durmió en el hoyo que había escarbado durante el día, esa noche tuvo la sensación de que estaría seguro. Al día siguiente escarbó un poco más, y esa noche también llegó el descanso a su cuerpo. Hizo aquello durante varios días más y así logró aquel hombre tener sol, sombra y sueño. Finalmente, cuando estaba convencido de que no lo encontrarían, hizo para su casa un hoyo al lado de la montaña y pintó dos manos y un pez para espantar al mal que lo había perseguido hasta aquel, el paraje más insólito.lf
18:18

200106 El Djem


Siempre fui pésima para las clases de historia y geografía. Me aprendía los datos y tenía una idea vaga de los eventos pero me era difícil comprender su significado ... en realidad toda la historia me resultaba menos creíble que la ficción. En Túnez, el primer día de tour, la primera parada fue el anfiteatro del Djem, el más grande de África y, según dicen, en mejores condiciones que el de Roma. El autobús, después de pasar por cientos de campos repletos de olivos y nopaleras, llegó a un pequeño pueblo de casas sencillas, de una o dos plantas, y de pronto, contra el cielo azul del horizonte, aparecieron los arcos anaranjados del anfiteatro. Es tan grande que, de estar completamente restaurado, podría alojar a muchas más personas que la población de la ciudad. Lo que queda es suficiente para que la imaginación complete los espacios vacíos. El Djem tiene la magestad del desierto, empezando por su color, seguido por su tamaño y coronado por las ambiciones que representaba. Sus pasillos son un laberinto de luz, el palco de honor ciertamente hace que uno se sienta en posición de ser contemplado y de ejercer autoridad, y estar en medio de la arena, imaginando el anfiteatro lleno, da miedo. Aún así lo que más me impresionó fue bajar a las mazmorras: la única luz que nos alumbraba era la de unos diminutos tragaluces desde los cuales se podía apreciar las gradas sobre la arena. Imaginé como verían los gladiadores a la gente del pueblo, sedienta de sangre ajena, sus gritos, su euforia. Imaginé los ruidos de las fieras, la adrenalina, el calor en pleno verano. Imaginé qué se sentiría saber que al salir de esa oscuridad el juego sería la propia vida, en todos los sentidos. Nuevamente la historia me pareció menos creíble que la ficción. Quedé embriagada de imaginación, arrastré las yemas de los dedos por las paredes anaranjadas, lo ví desaparecer en el horizonte contra el cielo azul. lf
19:51

4 a 17 de enero de 2006

17 enero
Paisaje
Poco a poco voy perdiendo la arena que traje escondida entre los cabellos, las ropas y los pensamientos. Regreso lentamente a esta tierra de Castilla, al trabajo académico, a la traducción de los cuentos que, como un niño pequeño empeñado en seguir en brazos, exige mi atención. Aquí dejo de ser una sorprendida perpétua, una despreocupada del mundo, una soñadora empedernida, aquí me quito las botas siete leguas, los pantalones de viaje y la mochila, dejo de ser el ente asexuado que viaja con hambre de ver el mundo para ser la mujer de falda larga y cabellos sueltos que frente a los libros o el ordenador se pone a disertar sobre la vida de las palabras en las cabezas de los hombres. La transformación es lenta y dolorosa. Inevitable. El recuerdo se va difuminando, se marchan primero los sonidos, después los olores, quedándose con más facilidad las imágenes, algunos sentimientos e ideas. No hemos regresado los mismos de este viaje. Pasamos muchas horas en autobús viajando del norte y de la costa al centro sur de Túnez hasta la puerta del desierto en Douz. Esas horas en la carretera, con la curiosidad espantando al sueño, me enseñaron a ver de manera distinta el paisaje, a apreciar cómo los campos de olivos con alfombra de trébol eran cada vez más escasos, como lejos de la costa crecen pequeños matorrales cenizos y despeinados y cómo esa tierra seca va dejando de ser terrones para convertirse en arena. Los olivos escaparon por completo, los matorrales fueron desapareciendo también, finalmente lo único que quedaba ante nuestros ojos eran las dunas del desierto. Ante la vista ya conocida de lo que se ve hoy por mi ventana, vuelco la vista hacia el interior: mi paisaje está tranquilo, casi quieto, jugando con la arena que me entró por los ojos como un gato que no se decide a hacer de su juguete una presa.lf.
17:35
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15 enero
Sueño tunecino
Éste es el tercer borrador del blog del día; abrumada por la belleza del viaje carezco de foco y no sé por dónde empezar a escribir. Apostaré por la narración cronológica, corriendo el riesgo de que aquellos que recibirán el fotorreportaje lean lo mismo dos veces. El vuelo Madrid-Túnez dura dos horas. Nuestro viaje sin embargo parecía más largo debido a la gripa que S. llevaba a cuestas. Al llegar tardamos un rato en pasar la aduana, ya sorprendidos por un alfabeto que no podíamos leer y por un francés salpicado de arabismos, fuimos a dar a un aeropuerto pequeño pero con un techo monumental: lleno de azulejos y filigrana en piedra blanca, nos cobijaba ya la belleza árabe. Algunas personas vestían a la occidental, otras a la manera antigua, con lienzos hasta los pies y con velos que ocultaban los cabellos pero no el rostro. Encontramos después de un rato al responsable del tour, nos asignó el autobús 17 y nos indicó en qué parte del estacionamiento se encontraba. Al salir el aire olía a mar y la luna, ambarina y enorme, nos sonreía. Nos acompaño durante las dos horas que tardamos en llegar al hotel que se encontraba en otra ciudad. Cenamos pizza en la habitación ya que todo lo demás estaba cerrado. S. necesitaba dormir, yo necesitaba saber que él dormía. El mar susurraba cuentos en árabe mezclado con francés y la noche estuvo llena de sueños.lf
18:54
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14 enero
"Ser" de viaje
Mi "ser" de viaje se resiste a desaparecer: las imágenes del Sahara, de las playas, de la gente, los sonidos que hacen los dromedarios, las palabras incomprensibles, la oleada del mar, todos insisten y vuelven sin tregua a mi memoria intercediendo por ese "yo" que he sido en Túnez y que ahora no tiene otra opción que cumplir con su pena de muerte. Estas líneas son ya testimonio de su lenta desaparición. Haré lo posible porque sobreviva al menos hoy, quizá lo logre hasta mañana, oleré la maleta que guarda aroma a Túnez, le daré tiempo para existir, un poco más, para existir...lf
8:22
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04 enero
Promesa tunecina
Mañana salgo de viaje a Túnez. Lo poco que he logrado leer del país, las fotografías y los sueños, prometen. No creo tener tiempo para conectarme, de manera que no habrá novedades en este espacio hasta el día 13 o14. Prometo escribir todo lo que pueda también para el blog y colgarlo a mi regreso... Que inicie este año con la sorpresa de los nuevos paisajes, que la sabiduría de nuestros ancestros no nos abandone, que nuestra sangre sea fuerte y longeva, que las enfermedades se marchen y no vuelvan a acercarse, que sea la vida y no la muerte. lf. Sueño un sueño con el dulzor de los dátiles frescos.
23:13

030106 Complejo de chica Almodovar


03 enero
Complejo de chica Almodóvar
De muy niña, en México, ví un día Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios. No sé bien qué fue lo que me marcó de esa película si el gazpacho con somníferos, la loca en motocicleta con la cabellera al viento o la mujer dormida con su primer orgasmo. En aquel entonces yo era demasiado pequeña para entender cualquiera de las tres cosas, lo que sí entendía perfectamente era la desesperación de esas mujeres, aunque no sus motivos. Al llegar a España me sorprendió que realmente existieran las persianas verdes en las ventanas y balcones, que no fueran sólo otro decorado colorido de Almodóvar. Poco después me compré la peli descubriendo cada vez que la veía las cosas que sí son así en España y las que no (al menos ahora). Al cabo de un año ya sólo canto "Yo quiero ser, una chica Almodóvar..." por melancolía pero no por convencimiento: me falta acento, peinado e impulsividad. Sólo soy yo. Sin embargo, de vez en cuando Tomás me llamá desde Madrí y me dice "Que tenemos una frasesilla para grabar" y entonces yo me arreglo los rizos, me trepo al tren y acabo frente a un micrófono leyendo frases con mi bellísimo acento mexicano para un libro de idiomas. Durante ese cuarto de hora (o tres cuartos de hora cuando no me sale la voz grave o cuando Tomás se pone exigente) yo me convierto en una chica Almodóvar: mi existencia toda gira al rededor de mi voz, que como la de Pepa encarna personalidades distintas a la propia. Hoy me ha tocado ser una restauradora de pintura y escultura que haría prácticas hasta en el Prado, Mara me llamaba, y como en la realidad, decía también que ser migrante es difícil sobretodo cuando "te pones enferma". Después de grabar, mientras yo me marcho, Tomás toma el fantasma de mi voz y lo junta con muchos otros fantasmas para crear un significado que yo nunca conoceré en su totalidad. El espejismo dura mientras atravieso la Plaza de Castilla y mis rizos al viento proclaman la libertad de una medusa. Pero como lo he dicho: además del peinado me falta el acento y la impulsividad de una auténtica chica Almodóvar, así que, para cuando me trepo al tren soy de nuevo yo, yendo a casa, viviendo las cosas de mi cabeza, acompañada durante el viaje por la serpiente de luz echa carreritas con el tren, por la reina loca a la que tampoco le interesa el peinado, por el gato que no sabe que tiene acento. Me gusta que el complejo de chica Almodóvar sea pasajero...lf.
22:32

2 de enero 2006 Sri Lanka y Tunez


02 enero
Sri Lanka y Túnez
Hoy, acompañados por un litro de té cingalés preparado casi religiosamente, S. y yo terminamos de traducir nuestra selección de cuentos de Sri Lanka. También hoy recogimos la documentación para nuestro viaje a Túnez. Así que llego al final de este día con las piernas acalambradas a consecuencia de haber roto mi record de traducción diaria y con la cabeza llena de sueños de arena. Este año, tan joven todavía, empieza ya a guardar eventos importantes en el calendario y visto por nuestros ojos, lo promete todo como cualquier recién nacido. Sonrío ante las 122 páginas y pienso en las horas que hemos pasado leyendo, traduciendo, discutiendo términos, corrigiendo y finalmente soñando con los cuentos y caigo en la cuenta de que lo he disfrutado todo. Me voy a la cama con la satisfacción escondida de los niños que en vez de hacer la tarea han pasado toda la tarde jugando... después de todo la traducción es también una tarea lingüística. Risa de Acupunturista colocándose una aguja en la punta de la lengua no para curarse, sino para recordarse a sí mismo que también existe el dolor. Ante una sola gota de sangre aparece una Rakshasi (ogresa) que persigue y amenaza al acupunturista: "¡Te voy a comer! ¡Te voy a comer!" y Acupunturista se esconde entre las ramas de un baniano que convencidas de no querer llegar al cielo se internan de nuevo en la tierra "¡A qué no te comes un lingüista!" la reta Acupunturista. Entonces sale una yaka (deidad cobra) y advierte que a nadie que no le lleve ofrenda le cumplirá deseo alguno. Disculpad... creo que ya estoy soñando despierta...lf.

23:12

31 de diciembre de 2005

31 diciembre
2005
Hoy he las acciones de este año pasan a segundo término. Si lo pienso detenidamente han ocurrido cosas más importantes: rememoro las emociones, ideas y pensamientos que han moldeado mi experiencia de vida. Año vivo, lleno de novedades, de corazón inquieto y razón insistente. Dejo de negarme a las sorpresas. Ha sido un gran año. Un beso grande para los que están lejos. lf.
16:11
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d.c.o.


26 diciembre
d.c.o.
A menudo me pregunto si esa premisa budista de no desear nada de verdad lleva a la paz o a la felicidad, o si por otro lado el cuento de la lechera sale al revés y consigue todo lo que desea... ¿al final qué es la vida sin deseo? He pasado el último mes planeando varias cosas: una comida de cumpleaños, regalos, tarjetas, cena navideña para recordar, noches hermosas, té para dos. Todo ha resultado bien e incluso las sorpresas e imprevistos han sido favorables. El deseo sin embargo no se marcha; aletargado por la alegría, el placer, por la vida misma, se oculta como el gato que busca el momento propicio para lanzar un zarpazo. Sigo deseándolo todo: los ojos marrones que junto a la luz de la ventana se tornan en una alegría ilusoriamente verde, los afectos que habitan al otro lado del mar, la traducción perfecta en su recreación, el cómic revelador, el sueño de texturas que al amancer me inquieta, la sorpresa del desierto, el té para dos. Pienso cuidadosamente con la intención de escudriñar la que fui poco después de niña y la que soy ahora: el deseo siempre ha estado ahí, la diferencia es que ahora sé que el deseo cumplido siempre resultará distinto a lo imaginado, y que eso vale la pena.lf.
22:56

23 al 10 de diciembre

23 diciembre
cumpleaños, navidades, recados para la familia.
S. cumple años el día 24. A mí me gustan mucho los cumpleaños porque si uno lo piensa con detenimiento, vivir un año más no es cosa fácil; implica que una serie de eventos en el universo han seguido un orden específico que tienen como causa y consecuencia la vida de algunos seres y la muerte de otros. Por eso yo celebro muchísimo los cumpleaños y estoy muy feliz, después de tantos años de perseguirlo, que éste sea el tercer cumpleaños que pasaré a su lado. Familias múltiples y amistades del otro lado del mundo: también las extrañamos junto con sus maravillosas recetas, chistes, tequila y compañía. Un fuerte abrazo para todos.lfyS
19:13
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21 diciembre
the catcher in my eye o sobre las profesiones imposibles
El personaje de "The Catcher in the rye", perdonen que no lo presente con nombre y apellidos, soy persona de memoria de rostros, constantemente dice que pensó en hacer tal o cuál cosa, pero que no lo hizo porque no se encontraba en el humor apropiado para hacerlo, y que para ciertas cosas, el humor es imprescindible. Hoy reconozco que no me encuentro "de humor" para escribir gran cosa, pero lo hago empujada por no sé qué esperanza de hallar tranquilidad. Leí "The Catcher in the Rye" porque varios estudiantes estadounidenses me lo habían recomendado en diferentes épocas de mi vida. No es un libro que me parezca magistralmente escrito, pero no pude dejar de leerlo. Me hacía leer y a la vez lo cerraba un poco deprimida. Cuando por fin llegué al capítulo en el que el personaje explica que quisiera ser "the catcher in the rye" y en lo que consistiría esa actividad (no quiero arruinarlo para quienes no lo han leído) me sentí extrañamente identificada. No es que yo quisiera dedicarme a lo mismo, sino que a veces tengo deseos por cumplir que parecen tan inútiles, fuera de lugar o de época, o poco razonables para la sociedad en la que vivimos. A mí me gustaría por ejemplo, dedicar una parte de mi vida a tocar cosas, a ser una "catadora de texturas" y tocar una pieza de mármol cuidadosamente, otro de madera, un trozo de terciopelo, una flor de lavanda, tierra seca. Tocar cosas con las manos y con los pies, cerrar los párpados y sentir también con ellos que están tan acostumbrados a esconderse tras la vista. No se me ocurre que esta actividad pudiera tener una utilidad, al menos en el concepto que manejamos hoy en día, pero podría por ejemplo diseñar toda clase de cosas basadas en la textura, desde lo obvio como ropa de cama hasta cosas más extravagantes como viajes. Así alguien podría decir "Estas vacaciones voy a hacer un viaje por las texturas de Sudamérica" o bien "Dedicaré esta tarde a sentir paisajes granulados". También me gustaría poder saber con certeza lo que siente la gente que vemos por las calles para poder salir con alguien y decirle: "Mira, éste se siente profundamente triste, y el que está a su lado lo sabe y sin embargo, eso le causa un extraño placer" y luego ver las reacciones de aquél que me escuchara y me creyera. Si lo pienso rápidamente puede que ese oficio fuese más bien deprimente, pero quien sabe, a lo mejor tenemos mejores sentimientos que los que imaginamos; me gustaría escribir historias de lo que se ve reflejado en los cristales de los tranvías, imitar en una danza el movimiento de las nubes, tocar los rostros y manos de la gente, jugar con los niños en un campo al borde de un precipicio with the catcher in the corner of my eye. Sí: he hallado no sé que esperanza y tranquilidad.lf.
23:03
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19 diciembre
Los libros de una vida.
Ayer, sin saber bien cómo, acabé haciendo una de las cosas más tristes que pueden hacerse: desmantelar la biblioteca de un sabio, desnudar los libreros y anaqueles de su casa, meter la sabiduría de sus letras en cajas numeradas mientras su mujer e hijos, al lado nuestro, contenían el dolor de ver cómo empacábamos gran parte de su vida. Yo no tuve hermanos y en mi infancia tuve pocos amigos, de manera que mi compañía más cercana ha sido, desde siempre, los libros. Ayer, mientras veía las colecciones de cuentos de todo el mundo, las revistas especializadas, las enciclopedias, los catálogos más antiguos, las fotocopias con la bibliografía escrupulosamente escrita con su puño y letra, me preguntaba en qué periodo de su vida se había hecho de esos materiales, si los buscó incansable por las librerías del mundo, si sus amigos y colegas se los enviaron por correo, cuántas noches pasaron abiertos sobre su escritorio, cuántos fueron leídos con hambre y desasociego. En un par de horas encerramos en cajas de cartón los libros de una vida. Nadie derramó una lágrima. El sabio nos vigilaba desde una volutad claramente dictada: que su biblioteca sirviera para los ojos de otros, jóvenes y viejos que, como nosotros, tuvieran también hambre y desasociego de sus letras. Honor a quien honor merece y un profundo agradecimiento. lf.
22:27
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17 diciembre
Los farmacéuticos en España
En México cuando uno se enferma, una de dos: va al médico y toma lo que éste le receta, o se automedica, y en realidad es bastante fácil conseguir lo que uno quiera en una farmacia. Uno llega y dice "Quiero esto" y el farmacéutico te lo da y si te pide receta le haces la remolona, o (y esta es otra de las múltiples modalidades de la mordida -soborno para aclarar a los lectores españoles- en un país tan rico que aunque se engulla a sí mismo cada 3 segundos no acaba de consumirse) le preguntas cuánto cuesta y ofreces un poco más. En España la cosa es diferente. Uno va a la farmacia y dice "Quiero esto" y si son aspirinas, pastillas para la garganta o condones, no te dicen nada, pero si pides digamos, buscapina, ya empieza el interrogatorio: "¿Para qué lo quiere?... ¿ya vio al médico?... ¿qué otra cosa le había recetado?... ¿tiene más molestias?" y al final de semejante cuestionario, cuando ya hay una fila de 15 personas hartas de escuchar la dolencia del solicitante, el farmacéutico dice "Pues mire, vamos a esperar, si le siguen las molestias es mejor que vaya al médico" y no le da la triste buscapina a la viejita de ochenta años, de cabellos blancos y rizados, de la jorobita y bastón ¡no le da la buscapina! Al principio eso sorprende porque en México la verdad es que las sugerencias de los farmacéuticos no suelen ser muy fiables y no son personas muy respetadas, en segundo lugar ver que aquí el farmacéutico es una figura con cierta autoridad asusta muchísimo. Yo pensé que en la vida iba a poder volver a conseguir unos robaxisales o que al pedir la tercera caja de cafiaspirinas me las iban a negar. La experiencia ha sido muy diferente, cuando me he visto forzada a dar explicaciones los farmacéuticos han resultado ser una muy buena guía. Así logré por fin detener mi alergia primavera que no me dejaba ni cruzar las calles de los ojos tan llorosos, comprar unas plantillas para caminar toda una semana sin parar en Portugal (con lo cual los robaxisales no han sido necesarios) y jamás me han negado las cafiaspirinas. Pero lo curioso del caso es que, con el paso del tiempo, uno se da cuenta de que los farmacéuticos son un poco como los curas o como los cantineros: la gente va y les cuenta sus problemas físicos, pero también emocionales, así la viejita acaba por confesar, después de pedir por enésima vez la buscapina, que su único hijo no la ha visitado hace años, y el farmacéutico, que lleva años sabiendo que ese hijo no la visita, le dá un poco de ánimo y una infusión de manzanilla. Yo no cuento mis penas en la farmacia, pero me gusta ir los fines de semana que está un hombre joven que siempre nos pregunta por nuestros viajes y que nos cuenta cómo va en sus clases de inglés. Me hace sentir que soy parte de este lugar y de esta gente... además nunca me ha negado las cafiaspirinas. lf.

22:28
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16 diciembre
Gramática universal vs Dislexia universal
No hace falta pensar demasiado para llegar a esta conclusión. Más bien es una cosa que ocurre, tarde o temprano, cuando uno lidia con varios idiomas a la vez. Acaba por llegar no a la gramática universal, sino a la dislexia universal. Nos pasó hoy por la mañana kuando transladábamos el article aquél de Alfonso X de espanhol a inglés cuando de pronto nos apareció uma çita em francais y outra em catalá... então toudo se convirteu en um caous. Sí. En todo caso a lo que podemos aspirar es a la dislexia universal.lf.

18:34
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14 diciembre
Por si alguien decide sabotearme
Sacando ventaja de que conoce mis contraseñas, X ha amenazado con sabotear mi blog. Tiene varias propuestas: 1.- Inventar que mi blog tiene un mensaje cifrado y que si quien sigue leyéndolo es porque no lo ha vislumbrado. 2.- Escribir en mi lugar cosas en alemán, español medieval, o alguna otra hermosa rareza lingüística que casi nadie pueda entender. 3.- Copiar alguno de esos grafitis mexicanos como el de "Se alquilan borrachos para fiestas" o "Estás entrando a territorio Puma", lo cual a mí me haría más bien gracia. Vale, pues si alguna de esas tres cosas ocurre, están ya advertidos de que puede tratarse de un sabotaje. Léanlo de cualquier forma, puede ser divertido, o puede incluso que no sea un sabotaje. En el caso del número 2 por ejemplo, puede ser que finalmente yo haya alcanzado la gramática universal e intente comunicarme desde ese extraño horizonte. lf

22:30
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13 diciembre
Confesiones
Llevo días inquieta, sin poder trabajar, con una especie de deseo anindado en el pecho, un deseo que no reconozco y no puedo satisfacer. Llevaba meses sin leer una novela. Por azar he llegado a "The Catcher in the Rye", río un poco como el personaje y después, como él, desfallezco. No me cuesta nada leer en esa lengua medio mía, no sabía que no me cuesta, es casi como si no me diera cuenta en qué idioma estoy leyendo y cuando lo pienso me sorprende y aterroriza a la vez... también he sacado las acuarelas del armario y he pintado un calamar sobrevolando un lago, revuelvo el diario, recorto papelitos de colores que me gustan, escribo cosas que nadie sabe que escribo y esas palabras irrumpen mi sueño. Llevo días inquieta, sin poder trabajar, con un deseo acurrucado en el pecho, uno que no reconozco y no se deja satisfacer... y de pronto llega esto... todas las palabras parecen recién nacidas y aunque el intruso en mi pecho no se aquieta, parece reconocer algo en ellas. ¿Cómo puede algo tan triste ... cómo puede?lf
White
For one who drownes:
this page, as if
thrown out to sea
in a bottle.

So that
even as the sky embarks
into the seeing of earth, an echo
of the earth
might sail toward him,
filled with a memory of rain,
and the sound of the rain
talling on the water.

So that
he will have learned,
in spite of the wave
now sinking from the crest
of mountains, that forty days
and forty nights
have brought no dove
back to us.
Paul Auster

21:56

Picnic
Justo después de esa época tempranísima de mi infancia cuyo recuerdo está construido más con fotografías que con recuerdos reales hay una serie de imágenes, sensaciones y sentimientos de legítima libertad, no sólo moral, sino intelectual, libertad de la imaginación, todo ello ligado a los viajes de fin de semana de nuestra pequeña familia. Mi madre llenaba una canasta de sándwiches bien nutridos: gordas rebanadas de queso gouda o menonita, varias rebanadas de pastrami, o de jamón separadas entre sí con orégano molido entre sus palmas y mucho aguacate. Mi padre se ponía los jeans viejos y revisaba el coche cuidadosamente;y yo cargaba las cobijas que hacían de mantel enmedio de la montaña, de colchón, de sombrilla, y todo se repartía entre el asiento de atrás y la cajuela. Nunca supe bien cómo decidían a dónde iríamos. Algunas veces íbamos en busca de los pueblos lejanos en los que sabíamos que había artesanía para luego vender en una tienda en el pueblo de mis abuelos, otras sólo íbamos a la montaña, y muchas más mi padre veía el sendero que se bifurca y, para saciar el hambre de aventura del marinero en tierra, decidía ir por aquél cuyo destino desconocía. Cuando salíamos antes del amanecer yo me acurrucaba en el asiento de atrás y resguardandome los ojos con un sobrero, dormía hasta que me daba hambre. A veces no me sentaba de inmediato, hacía como que seguía dormida y escuchaba la conversación de mis padres, otras, y esto es lo que más extraño de ya no caber acostada en el asiento de atrás de un auto, veía las nubes pasar. Era pequeña y como todos los paisajes eran novedosos, acababa por cansarme, entonces tomaba un pañuelo de papel, abría la ventana y lo sacaba para verlo volar hasta que papá se cansaba del ruido del aire o yo del frío de afuera. Fuimos a dar a los lugares más hermosos, pueblos incrustados en la cima de la sierra, valles verdes a la vuelta de una curva, cultivos de maíz hasta donde los ojos pudieran alcanzar a ver. Muchas veces se nos descompuso el carro. Papá le metía mano, mamá repartía los sándwiches y procuraba que yo estuviera abrigada. Dormimos en los pueblos, en hoteles cuando los había, en las casas de la gente cuando su gentileza nos daba de comer de sus tortillas de mano y luego nos ofrecía dormir bajo su mismo techo. Un día incluso dormimos en el cuarto que tenía las ofrendas a los muertos. Dudo que los adultos tuvieran miedo. Yo no lo tenía. Durante el día había jugado con los niños a perseguir gallinas mientras las mujeres echaban tortillas y los hombres examinaban el motor del carro. Al día siguiente nos comimos el mole de las ofrendas, y después de un rato el carró echó a andar de nuevo. No sé bien porqué, pero nosotros llamábamos a esos viajes "picnic". Después todo cambió y los picnics se volvieron comidas en la montaña, aun ahí papá y yo caminábamos entre los árboles, nos perdíamos, tomábamos el sendero cuyo destino desconocíamos. Luego nada. Años de sequía. Años sin sendero. Años tristes sin auto al amanecer, sin canasta, sin sombrero hasta que hace un par de años S. se compró su primer auto: "la sombra verde" lo bautizó mi padre, y en él me llevó a conocer los cafetales que pintan de rojo la sombra de la sierra, las cascadas que se esconden tras ellos y varias veces nos aventuramos por caminos desconocidos. Hoy, al recordar todo esto, por un momento sentí melancolía de esos viajes y de esa libertad. Pronto la he perdido: hace un año que tomamos un sendero desconocido, hace un año que vemos con ojos de niños sorprendidos, que poseemos una libertad que casi es invisible de tan pura. Mañana vamos a recoger las visas para Túnez, ahora sigue un picnic en el desierto... Bring me that horizon. lf.

22:33
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11 diciembre
Venus
El recuerdo me dijo hace poco que sus verdaderas amistades hoy en día, siguen siendo las amistades de su niñez. Yo no guardo muchas amistades de esa época, sino más bien de la preparatoria y universidad. Las amistades a las que recuerdo con mayor frecuencia, con las que quisiera pasar un rato largo de día semiperdido en la memoria, pertenecen a esa época de mi vida. Pienso en eso ahora porque acabo de hablar con alguien por teléfono y si tuviera que definir nuestra relación en términos de confianza y cariño, diría que es mi "conocida" y no mi amiga. Caigo en la cuenta de que a lo largo de este año sólo he "hecho" un par de relaciones que podrían llegar a convertirse en amistades duraderas. Si lo pienso detenidamente, creo que se debe principalmente a dos motivos: Primero, no sé si es terrible, pero caigo en la cuenta de que me he vuelto terriblemente selectiva, que hay gente a la que no me interesa en lo más mínimo conocer. A veces incluso huyo. Segundo, no entiendo bien los códigos culturales, emocionales, sociales, de la gente aquí. Todos son muy amables, algunos cuentan cosas bastante privadas sobre su propia vida y hasta son muy afectivos físicamente. Aún así no logro "sentirme" en la confianza propia de las amistades. ¿Será una cosa cultural? Con mi amiga china sí me sentí perfectamente en confianza pero tampoco entendía del todo sus códigos. ¿Será una cuestión de tiempo, de coincidencia de ideas, de percepciones de la vida, de naturalezas? ¿Será que entre más viejos más grandes son las diferencias que nos separan? Pensar en todo esto me abruma y me da un poco de tristeza. Ha salido Venus junto a la torre de la casa de enfrente. A mí me parece que el invierno la hace ver más brillante. lf.
17:43
10 diciembre
Borges
¿Qué extraño imán me llevó a alimentarme compulsivamente de las letras de Borges en una juventud, que miope, no entendía ni la mitad de lo que leía? Hoy veo sus letras y contemplar semejante perfección me produce, además de admiración, algo parecido al miedo. lf.

23:25