lunes, septiembre 22, 2008

Otoño I

Los días se suceden de gris en gris.
En el aire,
una humedad que se asemeja a la memoria
se posa sobre mi nuca.
No me detengo:
dejo que las sensaciones sin nombre me aniden.
En ello el placer de lo secreto,
las cosas antes de ser nombradas
flotando en el negro previo al sueño,
y el sueño donde los nombres no corresponden
a las cosas de la vigilia.
Y ando
de palabras olvidadas
lamiendo al mundo.
lf.

miércoles, septiembre 17, 2008

Puente de septiembre

Y volví a la casa de mis padres, y se llenó de niños y de risas y de juegos, y los hombres despertaron al dominó que dormía en una caja de madera, y nosotras platicamos de nuestras cosas en la cocina, y el perro rompió una pelota de frontón mientras la gata cazaba una mariposa de papel. Nos llenamos la boca de chile y tortilla y tequila y risas y recuerdos y ésta, la nueva casa, se pareció de pronto a la antigua casa de mi abuela. Su sangre palpitaba en nosotros: se hiló la risa con la alegría de reunirnos otra vez un poco como cuando niños, aunque ahora quienes se escondan bajo la mesa jalándole una pata a la gata sean otros. lf.

miércoles, septiembre 10, 2008

Ratos robados


Vivo pendiente de mi pequeña cotidianeidad: ir al super una vez por semana, lavar la ropa en mañanas soleadas, preparar -interminablemente- clase tras clase, corregir -también interminablemente- tareas de mis alumnos con el verbo "to be" mal conjugado... juntar los papeles para pedir otra beca que me permita hacer cómics los fines de semana, cocinar cuando tengo oportunidad. A diferencia de mi vida en España que transcurría en un pequeño departamento y en un pueblo diminuto donde el tiempo se extendía como una gran alfombra de pasillos interminables, aquí el tiempo insiste en brincar de un lado a otro, en desbordarse sobre puntos varios de la ciudad, en obligar a mis ojos a ver uno y otro y otro horizonte distinto. La poesía, los cómics y también este blog, han pasado a formar parte de los ratos robados a la vida. Y eso no está mal, hay tiempos para vivir y tiempos para escribir. Lo que más me sorprende de este periodo es que me he visto obligada a tratar a la gente. De buenas a primeras cada semana hablo, interactúo y discuto con al rededor de 70 alumnos y todos ellos me sorprenden. La gente y lo que desea, lo que hace y cómo habla, sus gestos y acentos, su extraña manía por ponerme atención... mi deber de ponerles atención. Después de cuatro años dedicados a la escritura de una tesis, salir así, de nuevo, a la humanidad, es de lo más extraño... y ahora a lavar la ropa.

Ilustración de Pilar Sala

viernes, septiembre 05, 2008

Epazote-Amsterdam (léase en tono jocoso)



Está bien, lo admito, puede que mis alergias y dolencias respiratorias tengan algo de psicosomático pero, ¿no tenemos todos una forma de canalizar nuestros miedos, manías y demás irracionalidades? Este post, por ejemplo, es a la vez un conjuro y una pre-patente para el hongo del epazote medio seco. Me explico: nuestro buen amigo Óscar Plazola tiene una canción que se llama "Traficante de epazote" que, estando en España, nos causaba una terrible melancolía, pues habla de las quesadillas, los esquites y demás delicias mexicanas con esta deliciosa planta. Pues bien, recién llegada a México me compré como 10 pesos de epazote decidida a terminar con la melancolía y a tener mis yerbitas secas para cuando algún plato lo requiriera. Las puse a secar y luego las metí en un frasco. Hoy quería cambiarlas de sitio, pero no estaba segura de que fueran epazote, así que lo abrí y, en vista de que sigo con gripa, metí la nariz entera en el frasco. ¡Dios mío! Las hojas no habían secado bien y en cambio habían hecho un moho blanco de olor fuertísimo... pues bien, este post es conjuro para no morir por inhalación de hongos de epazote y como pre-patente, si es que sobrevivo, del descongestionante natural. Aunque habrá que ver los efectos secundarios... si ésta resultara una noche de sueños interesantes, quien quita y lo vendemos en Amsterdam con etiqueta de Real de Catorce, porque en México, seguro que nos lo prohiben. lf.
PD. Este post está dedicado con cariño a los amiguísimos de la foto: Los Pacos

jueves, septiembre 04, 2008

Now

Hay en estos días de enfermedad y de prisa algo que se vuelca a la vez al pasado y al futuro. Nuevamente arrastro mi cuerpo fuera de la cama antes del amanecer, me interno en la noche moribunda y arranco de las tinieblas un salón henchido de vacío. Me vienen al deseo antiguas lecturas con promesas de labios renovados y una gana de pintar en las paredes que halla cabida en el sueño. El tiempo me lame la nuca y se hace pequeño. Reboto sobre los días como una canica escaleras abajo. Esta noche dormiré mi enfermedad sin las ansias por un amanecer impuntual, seré un ronroneo libre retozando en el sueño y en los días siguientes habrá, de nuevo, un resquicio de día nublado plantado en la orquidea de mi silencio. lf.

miércoles, septiembre 03, 2008

Rosa (atrasado del domingo)


Regreso de un fin de semana lleno, con S. tosiendo y exhalando fiebre, con ochorrocientas horas de clase por planear. Abro la puerta y pienso que a la casa le hace falta renovar su olor a café. Dejamos las maletas y S. está a punto de tumbarse en la cama cuando una irregularidad en el paisaje nos detiene: medio Ajusco está tapado por una mancha Rosa. ¿Cómo c*ñ* habrán hecho los chamacos para atinarle a las ventanas del último piso? Río al pensar en su emoción furtiva, en la alegría del tiro que salva la vertical en una explosión cristalina, en el caos y el azar confabulados para regalarnos esta sorpresa. Me niego a lavar la ventana, conservo y amo religiosamente esta mancha rosa, igual que si en casa hubiera amanecido un grafiti de Blu. lf.