lunes, abril 21, 2008

Y unas botas


Tesis regresó sin correcciones de contenido. Sigue teniendo cuernos, cola y bigotes, sólo había que hacer correcciones de formato: pulirle los cuernos pero quitando el filo por si a medio examen se pone brava, conseguirle un traje a la medida, convencerla de que se ponga calzado, y lo más difícil: emparejarle los bigotes y enseñarle a tener quieta la cola. He pasado los últimos días dedicada a estos menesteres pero no sin los contratiempos que me caracterizan: corregí una versión antigua en vez de la nueva y tuve que volver a hacerlo todo, cometí un error de paginación justo al principio que después me obligó a repaginar de nuevo, cosas así que, descubiertas a tiempo se corrigen sin problemas pero que, como cuchillito de palo van chingaquetejode¿porquénopuedohacerbienlascosas? Alkmene, quien por cierto ha revivido su blog, tiene la teoría de que me he autosaboteado varias veces para no terminar Tesis, para no dejarla ir... yo no sé qué es peor, si justificar mis errores con esa explicación o admitir que soy una distraída enajenada.

En fin, he procurado mantener la cordura y hoy, por fin, la he dejado imprimiéndose, he ordenado la plancha para las pastas, y espero pacientemente a que den las 5 y media para integrarle sus páginas de color, las firmas y los sellos para que por fin la encuadernen. Digo que espero pacientemente porque estoy escribiendo el blog y eso hace que se me olvide el dolor de estómago y la ciática, impide que me muerda las uñas y que ande como león enjaulado por el piso. Para que me tranquilice, S. me ha recordado que sólo estoy imprimiendo una tesis, y yo pienso en los años que me ha llevado, en que es la primera investigación que verdaderamente he amado, en que no sé bien quién estará en el tribunal bla bla bla... Mejor hagámos un cómic a ver si podemos reír un poco. lf.

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