martes, marzo 27, 2007

24/03/07 Destino: Isla Negra, Valparaíso, Viña






El penúltimo día de viaje, con el trabajo terminado y el hambre de ver despierta, nos lanzamos a conocer, aunque fuera a paso de relámpago, la casa de Neruda en Isla Negra, Valparaíso y Viña del Mar. De las tres casas de Neruda, la más bonita es la de Isla Negra. No sé si sigo pensando lo que escribí en un post anterior sobre la Chascona, pero tengo claro que en Isla Negra la presencia del poeta es mucho mayor (sin mencionar que ahí, frente al mar, yacen sus restos). Lo demás del pueblo lo vimos muy rápidamente llevándonos el recuerdo de un lugar sumamente tranquilo y alejado del resto del mundo.

Valparaíso por otro lado, apiñado sobre sí mismo, da una impresión de pobreza y sobrevivencia: el puerto estaba lleno de pequeñas lanchas vacías y grandes barcos militares. No pudimos ver el centro histórico porque hace un año explotó una instalación de gas y el lugar se encuentra en ruinas. No sé si fue porque el tiempo que pasamos ahí se reduce a un par de horas, pero el mar me pareció distante y frío.

Esa sensación creció conforme nos acercamos a Viña del Mar. Vaya contraste, ahí todo son edificios grandes, hoteles lujosos, playas doradas con mujeres en bikini y hippies ofreciéndonos mota. Sentí una indignación parecida a cuando conocí Cancún en México, y no es que las playas y los establecimientos no sean bonitos, sino el abuso y la servidumbre que se esconden tras ellos... el mar nos salva. Me quité los zapatos, me arremangué los pantalones y caminé por la playa. El mar fue juguetón: no le bastaban mis piernas y un par de olas traviesas me mojaron también los muslos sin importarle mis pantalones. Hice el resto del viaje empapada y llena de arena, viendo las viñas rodeadas de rosales en la carretera, feliz por el viaje y por la cercanía de la vuelta. lf.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hey, buen viaje!
Qué envidia.
Que viva chile, pu'huevón

M. dijo...

Como no sé muy bien donde anotar mis comentarios, lo haré aquí... donde sé que alguien entenderá por qué.
Al llegar al trabajo esta mañana no he podido evitar tratar de ver mi blog... Aunque llamarlo así, creo que es decir mucho... Creo que lo borraré y empezaré de nuevo!
Pero, a lo que iba, ¡que no entrado aquí para hablar de mi! Sólo quería decir que me ha emocionado leer tu blog. Es el primero que leo y, aunque un poco espía..., me has hecho feliz con tus palabras! Gracias!