miércoles, septiembre 17, 2008

Puente de septiembre

Y volví a la casa de mis padres, y se llenó de niños y de risas y de juegos, y los hombres despertaron al dominó que dormía en una caja de madera, y nosotras platicamos de nuestras cosas en la cocina, y el perro rompió una pelota de frontón mientras la gata cazaba una mariposa de papel. Nos llenamos la boca de chile y tortilla y tequila y risas y recuerdos y ésta, la nueva casa, se pareció de pronto a la antigua casa de mi abuela. Su sangre palpitaba en nosotros: se hiló la risa con la alegría de reunirnos otra vez un poco como cuando niños, aunque ahora quienes se escondan bajo la mesa jalándole una pata a la gata sean otros. lf.

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