jueves, septiembre 04, 2008

Now

Hay en estos días de enfermedad y de prisa algo que se vuelca a la vez al pasado y al futuro. Nuevamente arrastro mi cuerpo fuera de la cama antes del amanecer, me interno en la noche moribunda y arranco de las tinieblas un salón henchido de vacío. Me vienen al deseo antiguas lecturas con promesas de labios renovados y una gana de pintar en las paredes que halla cabida en el sueño. El tiempo me lame la nuca y se hace pequeño. Reboto sobre los días como una canica escaleras abajo. Esta noche dormiré mi enfermedad sin las ansias por un amanecer impuntual, seré un ronroneo libre retozando en el sueño y en los días siguientes habrá, de nuevo, un resquicio de día nublado plantado en la orquidea de mi silencio. lf.

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