viernes, febrero 08, 2008

Parar

Cuando el tiempo hinca sus codos sobre nuestros hombros como si enterrara agujas de tejer, cuando somos incapaces de reordenar las frases en por lo menos tres disposiciones distintas y coherentes, cuando el más mínimo gesto sabe a desaire aunque sea sólo cansancio, cuando el verdadero significado de la frase no se digna asomarse en el teclado y uno se siente ligeramente miserable, es momento de parar, hacer un respaldo, escribir el blog, servirse un vino, jugar algo, pensar en que mañana es sábado y haremos hot cakes, dar una marometa en la cama, espiar a los vecinos, sacar los poemas de los cajones, redescubrir la gracia de que mi muñeco más feo se llame Chomsky, todo, cualquier cosa, lo que sea y sin importar cómo haya ido el trabajo del día con tal de no irse a la cama sintiéndose miserable, que la vida -y el sueño también- son para disfrutarse. lf.

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