viernes, octubre 26, 2007

Sobre los sueños


El día que cumplimos tres años en España, S. y yo caímos en la cuenta de que normalmente no soñamos (literalmente, dormidos y en la cama) con escenarios europeos determinados. Nuestros sueños siguen ocurriendo en México o en lugares indefinidos, pero casi nunca aquí. Desde entonces el tema ronda nuestras cabezas, S. se esfuerza por conseguirme la trilogía de Wenders sobre la máquina que graba sueños, y al despertar nos contamos lo que recordamos de nuestros viajes nocturnos. Anoche hablamos sobre los otros sueños, los metafóricos, los realistas y fantásticos. Yo descubrí con feliz asombro que uno de los realistas, que mis padres tengan su casa, está en curso, y que de los irrealistas, viajar mucho y llenarme los ojos con soles ajenos, va también por buen camino. Quedamos en ir a Estambul antes de regresar a México y yo, en tanto acabe la tesis, procuraré por lo menos una semana de retiro absolutamente creativo en el que no respetaré las paredes, ni las ropas, ni los horarios o las técnicas, ni ese pequeño límite que me mantiene del lado de la cordura. Mientras tanto, a seguir soñando como S. con patines del diablo sin frenos, con dulces animales enroscables, con casas invernadero donde la hermosura cuelga del techo, donde el sueño nunca muere. lf.

1 comentario:

ÓL dijo...

Carlos Fuentes (quien no me gusta) cuenta que siendo niño (de papi) se preguntaba cuál sería su idioma verdadero, pues de tanto viaje por el mundo acabo hablando 3 lenguas 3. La respuesta le llegó dormido: soñaba en español.
Yo suelo mezclar los escenarios londinenses con los barcelonese y los venadotuertense sobre algo que creo es un esqueleto defeño, pero es bueno saber que alguien lo tiene claro.