domingo, agosto 06, 2006

Estampa de lluvia

A partir de las 6 de la tarde caen pequeñas tormentas. El cielo que azul se pintaba sobre los cerros cubiertos de nopal y mezquites se cubre de nubes grises y se desgaja en gruesas gotas de lluvia. A veces este ímpetu va a compañado de sendos truenos y relámpagos que si les da la gana nos roban la luz. El agua cae y se mezcla con la tierra y con el barro, se arrastra cerro abajo, cruza la carretera del caracol y baja por mi calle, la de las flores, transformándola en un río que puede llegar a media pantorrilla. Una vez que el cielo se desahoga, la lluvia se vuelve finita, como telarañas de agua que no alcanzan a materializarse, hasta que de pronto, el agua cesa. Entonces la luz es gris húmeda, huele a tierra mojada y las plantas brillan. Me pregunto si las azucenas que le puse hoy a mi abuela se llenaron de agua y se desbordaron sobre su nombre y si esa lluvia floral la hizo feliz.lf.

1 comentario:

ÓL dijo...

Lo que me recuerda que siendo niño me llevaron al rancho donde mi padre creció, y ahí conocí la felicidad de las llanuras: uno veía las nubes de tormenta acercarse arrastrándose bajo el cielo, y la gris y dura pared de lluvia que arrastraban consigo.

Si corrías lo suficiente, podías sentir a la lluvia nmorderte los talones.