martes, julio 01, 2008

Defensa de Tesis


Hace ocho días exactamente me levanté temprano pero serena. Desayuné, me duché y descubrí que no cabía en el traje que me había probado dos días antes. Mis rizos hicieron gala en los dos escasos mechones que sobreviven de mi melena y los zapatos me molestaban. Mi alergia, mantenida a raya con un nuevo medicamento, me daba tregua y, aunque lo que mi cuerpo me pedía era "how to dissappear completely" de Radiohead, los gritos de Janice Joplin cantando "Summertime" y la sonrisa de S. me dieron ánimos para salir en defensa de Tesis.

Además de mi tutora y de otra de sus alumnas no tuvimos público; todos mis amigos estaban haciendo examen de oposición o semejantes. Así que no hubo más presión que la del tribunal. Presenté a Tesis y ésta, con botas de tacón se levantó de su asiento e hizo un bailecito.

El tribunal tardó una hora y media haciéndome comentarios: que si el bailecito les gustaba o no, que si los bigotes de Tesis eran o no representativos, que si estaba constituida, como todas las quimeras, de bestias de diversos mundos, que si a pesar de ello no abordaba la escencia de la bestialidad. Escuché atenta, anoté todo, joder, hasta grabé el examen, y luego respondí brevemente que esa era su naturaleza, que sus bigotes no podían ser más representativos y que las naturalezas de otras bestias serían abordadas en otras creaciones. Me contuve y no les pasé una presentación con todos sus cómics porque algo me decía que ese arte no sería apreciado.

Esperamos la deliberación con el primer cigarrillo en muchísimo tiempo, los miramos por la ventana llenar papeles y sonreír, finalmente nos llamaron y nos aprobaron a Tesis y a mí con honores. Todos rieron mucho en la comida, yo sufrí un poco porque me pusieron a S. al otro lado de la mesa, lo cual reducía nuestra complicidad a guiños y expresiones escondidas. Y así, de pronto, le pusimos punto y aparte, que no final, al trabajo de casi cuatro años.

Hace una semana que me dijeron que ya soy doctora, pero todavía no encuentro a nadie que se deje operar. lf.


La imagen del humo es un trabajo de Graham Jeffery





3 comentarios:

ÓL dijo...

Felicidades. Besos.

Anónimo dijo...

Hey... Felicidades... la galería se puso de pie y te llevaste las palmas... ¡qué bien!

Unknown dijo...

Para que operar a alguien. Ya eres doctora, para que ser matasanos?