lunes, julio 31, 2006

Segundo

Lo primero fue la embriaguez de los sentidos, después un andar de animal en alerta mas contento, una necedad por contemplar las cosas y la gente, un golpe silencioso pero certero. Desperté a media noche, primero en la casa de S., en la que había sido su cama de niño, luego en la que había sido mi habitación de juventud, y aquello que me robaba hacia la vigilia, aquello que durante el día era una especie de vértigo oculto, era descubrir que mi corazón se volcaba sobre tantos afectos. Regreso a México y redescubro las manos amorosas de mi madre, la mirada siempre tranquila de mi padre, y el vigor de los padres de S. que ahora son también mi familia. Vuelvo al abrazo cariñoso de mi hermano F., a las cervezas con los amigos, y en todo ello mi corazón se vuelca: ha pasado el tiempo y sin embargo reconozco las naturalezas, los sentimientos y los gestos, sé leer en sus rostros y manos lo que las palabras no dicen. Vuelvo a los míos y con ello regreso también a mí, a la que fui y a la que soy. Lo segundo es un corazón repleto y una reconstrucción del mundo.lf.

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