sábado, abril 28, 2007

Martes 24 de abril de 2007. Destino: Urueña.


Ando en busca del mito de ese músico espléndido que se ha recluido del mundo para estudiar y conservar las melodías que nos llegan de otros tiempos. Esta noche sus ojos desbordarán sobre nosotros gentileza, y su discurso, pero sobretodo cada uno de sus actos, nos mostrarán lo que es y lo que logra el amor al trabajo... Nadie me dijo que las fronteras de Castilla pudieran ser un paraíso de verdes praderas, que las viñas de Toro, un pueblo diminuto, se deshacen en campos de trigo y cebada, que eso que está allí arriba, esa ciudad amurallada con corona de castillo, destila un silencio revelador, una melodía llena de sabiduría. Eso es Urueña.

No hay comentarios.: