jueves, abril 19, 2007

Ya no es mío

Angelopoulos explicó en una entrevista que en sus películas usaba con frecuencia versos de sus amados poetas porque en circunstancias precisas, esos versos expresaban lo que él hubiera querido decir, como a él le hubiera gustado decirlo. Un lector amante se siente atraído de inmediato por esta reflexión que, aunque parece un lugar común, sigue siendo profunda y legítima. El lector entonces corre el peligro de entrar en un círculo en el que Angelopoulos expresa con sus palabras lo que él quisiera decir. El ocioso se quedará sin más con esas palabras y puede que nunca más piense en el asunto... pero no es eso lo que yo quería decir. Yo quería volver a esos años en los que era joven y leía poesía con la voracidad de una virgen, días en los que los textos de otros no sólo expresaban lo que yo quería decir en ese momento, sino lo que querría decir también en el futuro... Hoy he buscado con hambre de sueño un poema de esa época y he descubierto, con una sorpresa quieta y una incredulidad injustificada, que el futuro de entonces es esta noche, y que esos versos, aunque hermosos, ya no son míos: lo que esperaba vivir con ellos ha sido abrumadoramente sustituido por la realidad. Y es que ya no leo con la voracidad pueril de quien busca al mundo en las palabras, sino con la calma, y a veces el temor, de quien lo encuentra. "Ya no es mío", dije en una voz a penas audible, y entonces el otoño se convirtió en la única postura posible para ese poema.lf.

2 comentarios:

ÓL dijo...

Oh, sí. Me pasó con Kerouac, pero siempre quedan Paz y Vallejo, y un tal Cernuda para esperar otros futuros.
¿Qué versos eran?

hf dijo...

Era "El otoño recorre las islas" de Becerra. Tienes razón, a Paz siempre se puede regresar, a Vallejo y Cernuda ahora mismo empiezo a dedicarles mis futuros.