martes, diciembre 04, 2007

Cocodrilo 2

El gris y la niebla reclaman su imperio. La humedad en el aire se traduce en un beso frío sobre las mejillas, en un desorden en los cabellos, en la contemplación del mar quieto y callado al pie del Olimpo. Me espera el día entero en esta niebla. De verme, parecería que camino y hablo con la gente, que ando por las calles de la ciudad enfrascada en conversaciones ajenas, pero sólo estoy sumergida en la niebla, en su dulce abrazo libre de sobresalto, bajo la atenta mirada de un cocodrilo insomne que también está enamorado de la niebla. lf.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena travesia y buena llegada a buen obscuro y humedo pueblo enmedio de una selva con ruidos de selva y viento en hojas y el cocodrilo que asoma sus bellos ojo de gato que lleva a otro gato