jueves, diciembre 27, 2007

Nota al margen: cursilerías de fin de año



Lo que procedería, cronológica, lineal, fácilmente, serían las narraciones de la hermosa Asturias, del Collaín "ya alladeru", del venado en el camino, el Elogio al Horizonte y la gentileza de nuestros anfitriones. Pero mi silencio lleva otro camino, uno que sabe a saudade y que podría confundirse con la desesperanza. El tiempo en España se reduce y, aunque los seguimos disfrutando, nos vamos desapegando de los afectos. No los dejamos ir como una madre que parece fuerte y por dentro se desmorona, ni con el gozo del barco que parte del puerto, ni con el desasociego del amante incierto. Nos vamos despidiendo, quieta, amorosa y secretamente, con la certeza de quien parte y no sabe si volverá, porque las amistades que ahora tenemos, deben, por fuerza, cambiar con la distancia. No se trata de frialdad, ni de desamor: en México hemos de renacer, nos llenaremos el pecho de sol, la panza de chile y tortilla, los ojos de cielos azules que desconocen la nieve, las venas con la adrenalina propia de un país siempre gozoso en su incertidumbre, y entonces, aunque ustedes no lo sepan, los querremos de forma distinta, con la sangre viva, con el recuerdo palpitante, con nuestra tierra entera para recibirlos... si seré cursi, menos mal que esto es una nota al margen y que nos queda medio año en esta árida y hermosa Castilla. lf.

Imagen: Collage de Fitzia Medialdua

1 comentario:

Anónimo dijo...

a webo...

que bello horizonte y que bello elógio.