lunes, agosto 11, 2008

Vocación resuelta


Antes de entrar a clase, en una ventanilla donde debían darme mi lista, me confunden con una estudiante y me regañan por no formarme. Sonrío y subo al salón. Adrenalina a tope. Miedo a ser el centro de atención. Saben que soy la maestra porque traigo la grabadora y soy la única con libros. Me presento, empiezo la clase, a los 5 minutos soy incapaz de pronunciar "administrative" y se me sale un largo "¡Joooodeer!". Los alumnos me miran sorprendidos, murmuro "Sorry" con cara de niña traviesa y todos nos atacamos de risa. Después de eso pude pronunciar la dichosa palabra, recuperé "my sealegs" (pero de salón ¿serían classlegs), y fui sencillamente feliz. Esta tarde he estado cansada y radiante, con la risa fácil y el humor ligero. Cuando veo estas cosas me parece que mi vocación está claramente resuelta: lo mío es enseñarle inglés a los pumitas... aunque de vez en cuando me salga alguna grosería en castellano. lf.

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