jueves, enero 04, 2007

Isis


Ya no hay sacrificios para ella en la antigua ciudad de Dión: Macedonia duerme un sueño de imperio cubierta por una lluvia fina y una neblina casi incierta. Entre las ruinas, a los pies del Olimpo, Isis observa el fluir del tiempo: los rostros y generaciones que han pasado de honrarla religiosamente a admirarla con asombro e ignorancia. Conmigo ha sido generosa, me ha visto a través del reflejo del agua y me ha regalado e recuerdo de la niebla sobre el rostro. Hermosa Isis, que sea esa misma sonrisa generosa la que nos aguarde al fin del camino.lf.

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