miércoles, enero 30, 2008

Cursilerías tesísticas

Sin más novedad que mi ciática controlada, sigo corrigiendo, o más bien reescribiendo la tesis. Descubro que el placer que en ello encuentro se parece al que experimento cuando escribo juguetillos de ficción o poemillas tercos: nada existe fuera de la letra, y todas las influencias, los amados autores, los dibujos insomnes, las referencias bibliográficas, los semidioses teóricos, están ahí, pero como si no estuvieran, silentes, ni siquiera espectantes, acaso aburridos por la letra que uno escribe. Y entonces dejan de importarnos todas esas referencias, sólo existe la página en blanco, el ruido del teclado y la voz interna rumiando. Uno escribe, y la letra parece un descubrimiento, algo nunca antes visto, algo por primera vez imaginado, algo que escondido sale y se desnuda frente a nuestro trazo. Y se es feliz.

Luego viene la fase de relectura o decepción, donde uno se da cuenta de que todo eso es puritito espejismo, y que lo que uno escribió o es una sartada de boberías o una paráfrasis mal hecha de lo que el séquito de sabios ha venido diciendo durante años... pero no importa, el pensamiento se ha apropiado de una idea, le ha puesto nombre, punto y coma así que insistimos... quién sabe, quizá en el próximo párrafo, en la página siguiente, en la letra que viene, no importa, para reinventarlo todo tenemos la vida entera... lf.

1 comentario:

Jose Victor Nunez Nalda dijo...

La neta del planeta esta ahi desde antes y estara despues de nosotros, pero...

ps en algo hay que entreternerse

asi ke ps si, a reinventar todo...

I did it my way :-)