miércoles, agosto 29, 2007

Diario de verano, 29 de agosto de 2007


Es una pena no tener siempre un espiritu dispuesto a la poesía; un hartazgo esta cabeza llena de ruido, este cuerpo con sus exigencias. Yo quisiera ser lo que contempla, convertirme en el eco de la sonoridad, en la sombra de la imagen. Ser, si no la belleza, al menos su testigo: quieto, mudo, y sin embargo, pleno. lf.

Cuadro de Malou Cerutti "Diálogo entre el gran pájaro y los durmientes"

1 comentario:

ÓL dijo...

Amén. Y quién lo fuera.