sábado, agosto 18, 2007

El mal de la rata



Anoche experimenté el mal de la rata. S. y yo regresamos de tomarnos unas cañas con los cuates y luego cenamos algo en casa. Nos fuimos a la 1 y media a la cama pero no descansamos. Vueltas, sueños de voces familiares, remolinos, imágenes de rostros que ríen, sábana puesta, ahora sí voy a dormir, almohada abrazada, y entonces la gente gritaba, sábana al piso, que por el amor de dios se callen, pelea con la almohada por abrazar a S., su respiración es tranquila pero no profunda, vuelta, los ojos me duelen como un golpe de luz de migraña, remolino, los cabellos enredados en sudor de pesadilla con sabor a tabaco de vainilla golpeándome la frente. S. se levanta y camina por la casa. Me levanto sonámbula y lo sigo: lo descubro bebiendo agua de la jarra iluminado por el refrigerador, me convida. Volvemos a la cama y tras unos minutos me dice "Me voy a levantar, lo siento" y yo "Yo también." "¿Tampoco puedes dormir?" "No, y me canso que quiero y pero no puedo." "Ya, es el mal de la rata." "¿Cuál es ese?" "Es en el que la cama no te acurruca y la amenaza de las alcantarillas te arranca el sueño." "Ah, pus sí, es eso lo que tengo... el mal de la Rata." Y encendimos la luz. Eran las 4 de la mañana. lf.

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