jueves, julio 05, 2007

"Chicle" como adjetivo, para el Honorable Diccionario Ratonil

No se engañen, lo que sigue no es una entrada pura y meramente lingüística, sino filosófica. Debo sin embargo advertir que mi explicación y disertación sobre la palabra "chicle" como adjetivo, puede ser errónea, pues se trata de un concepto desarrollado y acuñado por Random Access Rat quien, por extraños motivos, no se decide todavía a tener un blog. Así, me aventuro a registrar el origen de este nuevo uso del vocablo "chicle" como adjetivo, que no es una invención mía.

Se trata de un uso metafórico que parte de la voz nahua original tzictli para designar a la " 2. m. Gomorresina que fluye del tronco del chicozapote haciéndole incisiones al empezar la estación lluviosa. Es masticatorio, usado por el pueblo y se vende en panes." (DRAE) Yo nunca he visto que se venda el chicle en panes, pero bueno, no creo que la reacción casi permanente de sorpresa e incredulidad que me causan las definiciones del DRAE sea exclusivamente mía... así que, volviendo a lo nuestro, el vocablo "chicle", en el sentido lingüístico, se usa como adjetivo para designar aquellas cosas que tengan las mismas propiedades físicas que el chicle. Así, se aplicará a cosas estirables, alargables y re-compactables. En el sentido filosófico, se trata de un concepto que puede mejorar la calidad de vida de cualquier ser pseudo-académico o pseudo-escribiente: en vez de agobiarnos con las 500 páginas que debemos llenar para la tesis, pensemos en que se trata de una tesis-chicle, y que lo que ahora tenemos, que son poco más de 250, puede estirarse lleno de detalles y disertaciones hasta llegar a las 500 páginas. A la inversa, en vez de torturarnos por no comprender porqué tenemos que reducir una comunicación de 28 páginas para un congreso virtual que publicará virtualmente sus actas, a un límite de 5 ridículas páginas (sí, 5), pensemos que se trata de una comunicación-chicle, que ese congreso se quede con sus 5 páginas, ya otra publicación se hará cargo de acoger el trabajo completo de 28. Este post también podría ser una entrada chicle y yo podría darles más ejemplos del uso de este vocablo como adjetivo, digamos cartas chicle, declaraciones chicle, novelas chicle. Algo me hace pensar que el adjetivo no es propio para poemas y cuentos, pero seguramente se trata de prejuicios teórico-literarios. Ya lo sabe usted: no se mortifique por la escacez o abundancia de las cosas, piense que tienen las propiedades estiratorias y recompactables de un chicle, aplique el adjetivo, su vida será mucho más fácil y, no se deje engañar: este siglo el chicle se vende procesado y en paquetitos, normalmente de 5, y no en su forma primigenia, descansando sobre blandos panes. lf.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque ahora su uso se ha generalizado, en sus orígenes más remotos, el adjetivo "chicle" fue utilizado para calificar solamente a cosas escritovivas, es decir, a ese tipo de textos que mueven las patas y se transforman cuando les aplicamos el asunto masticatorio cotidiano. En ese sentido, habría que apuntar también que un algo que fue "chicle", al dejar de masticarlo, se hace duro. Y como sucede con todas las cosas que tienden a anquilosarse, las cosas exchicle pueden solidificarse de dos formas: normalmente como una plasta repugnante (que bien podría ponerse sobre panes), pero, en ocasiones extraordinarias, como una obra maestra...
Keep chewing.
Random Acces Rat.