viernes, abril 21, 2006


La Reina Loca anda descalza por los escombros del día. Escucha una banda de trompetas con ritmo gitano ¿dónde están? ¡Ah! ¡Su cabeza! Baila, baila con su largo vestido y si su corona de papel se cae, ella ni se entera de tan contenta. De pronto la boca pastosa. Se detiene. Separa los labios y con índice y pulgar se agarra la punta de la lengua, jala cuidadosamente y de pronto tiene agarrada por la cola de la "e" a la palabra "rehilete". La palabra se mece con la brisa, se hace ya de noche, y entonces levantándola a la altura de los ojos la examina "Tú no eres un bicho" y tras decir esto la deja caer sobre un montón de pedazos de cemento roto. La palabra contempla el camino hacia su destrucción, cae, llega, se desmorona, letras desparramadas entre arena, vidrio y azulejo roto. Nacen al instante de esa tierra infértil rehiletes con aspas de colores. "¡Rehiletes!" dice la Reina Loca con la alegría de quien no sabe lo que es el mundo. Arranca uno y le dice "El otro día me salió la palabra "hormiga", la dejé caer y me mordieron todita, por eso no me gusta cuando me salen bichos de la boca" y corre para ver cómo las aspas de colores se funden en blanco, contra la noche que nublada, promete tormenta.lf.

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